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2 ABRIL 2002
Erik Granath, el novio de la princesa Magdalena de Suecia, ha sido condenado por cuatro delitos y se encuentra, en estos momentos, sometido a juicio, por uno de ellos. El fiscal pide prisión y la Casa Real espera que todo esto se olvide lo más rápido posible, ha declarado el abogado, Jan Dufvenmark, al Expresen.
Posesión de narcóticos
La primera vez que Erik Granath tuvo problemas fue en la primavera del año 2000, después de ser detenido por la policía por una mínima posesión de narcóticos y condenado por el tribunal.
Tres meses más tarde, fue detenido de nuevo. Esta vez, por conducir bajo los efectos del alcohol y conducción ilegal. El pasado verano, Erik Granath estuvo implicado en un caso serio de agresión.
Juzgado por agresión
El 12 de septiembre del año pasado -semanas antes de que Erik Granath visitase a Magdalena en Londres, ciudad en la que la Princesa estaba viviendo, entonces- se le juzgó por agresión en la corte de Gotland y se le impuso la pena de la Condena castigo condicional combinada con la prestación de servicios sociales durante 70 horas y una multa cercana a los 1.000 euros.
Los Reyes informados en todo momento
Invitado a la Costa Azul
La Policía sueca ha informado a sus Monarcas sobre el pasado
de Erik Granath y, aunque al parecer, la reina Silvia se mostró al principio realmente
enfadada, ha aceptado, al igual que el Rey, la relación después de ver lo enamorada que estaba Magdalena. Prueba de ello es que los Monarcas le han invitado a pasar con ellos las vacaciones de Semana Santa en la Costa Azul.
Comunicado real
Además, en el transcurso de la tarde del día de ayer, la Casa Real emitió, a través de su portavoz, Elisabeth Tarras, que "el amigo de la Princesa es consciente de lo que ha hecho y lo lamenta profundamente".
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