Los restos mortales del gran escritor y académico Camilo José Cela, nuestro último Premio Nobel de literatura, reposan ya definitivamente en Iria Flavia, su localidad natal, en La Coruña, bajo el olivo centenario donde él quería descansar para siempre.

El autor de obras como ‘La Familia de Pascual Duarte’, ‘Viaje a la Alcarria’ o ‘La Colmena’ falleció el pasado día 17 a los ochenta y cinco años de edad, como consecuencia de los problemas cardiopulmonares que se le presentaron tras un proceso gripal que obligaron a ingresarle en la clínica Cemtro de Madrid.

España entera le ha dado una emocionada y muy sentida despedida tras conocerse la triste noticia de su fallecimiento. Sus Majestades los Reyes, el príncipe de Asturias, así como los duques de Lugo y los duques de Palma, enviaron a su viuda un telegrama en el que expresaban su pesar. Más tarde, los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía se trasladaron a la capilla ardiente instalada en el centro hospitalario, al igual que el presidente del Gobierno, José María Aznar y su esposa, Ana Botella.

Camilo José Cela falleció teniendo a su esposa, Marina Castaño. El director de la Fundación que lleva el nombre del escritor, Tomás Cavanna que permaneció también junto a ellos, declaró que las últimas palabras de Camilo en el lecho de muerte fueron: “Te quiero, Marina”, y a continuación dijo: “Viva Iria Flavia”.