Nicole Kidman, a su llegada a la gala, acompañada por sus padres, Anthony y Janelle. La australiana consiguió el Globo de Oro a la Mejor Actriz de Comedia o Musical por Moulin Rouge

En la imagen, Ben Affleck con Harrison Ford, premio Cecil B. DeMille por su trayectoria artística

 

La película A Beautiful Mind fue la gran triunfadora en la gala de los Globos de Oro, celebrada el pasado domingo en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles. Galardonada con cuatro premios, esta cinta, basada en la vida del Nobel de Economía John Forbes, logró imponerse a su principal rival, Moulin Rouge, que obtuvo sólo dos de las seis estatuillas a las que estaba nominada: mejor comedia y mejor actriz.

Russell Crowe fue uno de los protagonistas de la velada al alzarse con el premio al mejor actor por A Beautiful Mind. Su gran interpretación podría llevarle, según algunos críticos, a conseguir su segundo Oscar consecutivo (el año pasado lo logró con Gladiator).

Como era de esperar, Nicole Kidman fue otra de las estrellas que salió del Beverly Hilton con un Globo de Oro bajo el brazo. Doblemente nominada, a Mejor Actriz Dramática, por Los Otros de Amenábar, y Mejor Actriz de Comedia o Musical, por Moulin Rouge, finalmente fue en esta segunda categoría donde logró el reconocimiento.

“Aún me tiemblan las manos. Esto ha sido algo verdaderamente especial para mí, en primer lugar, porque, antes de hacer la película, jamás me habría imaginado protagonizando un musical, y en segundo, porque ni mucho menos podía pensar que fuera a ganar”, señaló la actriz australiana una vez que recogió su trofeo.

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia lo protagonizó Harrison Ford, que recibió emocionado el premio Cecil B. DeMille en homenaje a su brillante carrera profesional.

En la revista ¡HOLA! de esta semana, nuestros lectores encontrarán un amplio reportaje sobre la gala con imágenes de los protagonistas.

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