Diecinueve Jefes de Estado y presidentes de Gobierno, más dos vicepresidentes, se dieron cita la semana pasada en Lima, capital de Perú, para tomar parte en la XI Cumbre Iberoamericana, celebrada bajo el lema “Unidos para construir el mañana”. Entre los presentes estaban el Rey don Juan Carlos y José María Aznar.
El respeto a la democracia, los derechos humanos, la intensificación de las relaciones económicas y, sobre todo, el terrorismo, fueron las cuestiones tratadas en las sesiones de trabajo. El Rey, durante su discurso, tuvo unas palabras de consuelo para el pueblo y el Gobierno de los EE.UU., y señaló que “el comienzo del nuevo siglo parece estar marcado por el desafío lanzado, a través de acciones criminales terroristas, a los valores de la libertad y la democracia que compartimos”.
La ‘cumbre paralela’ de las primeras damas
Por otro lado, y como ya es tradición en todas las Cumbres, las mujeres de los Jefes de Estado y de Gobierno participantes en ésta desarrollaron también sus propias actividades, consideradas como “la cumbre paralela de la primeras damas”.
La Reina doña Sofía y el resto de las esposas de los mandatarios, cumplieron con una intensa agenda cultural y de proyección social guiadas por la primera dama de Perú, Eliane Karp de Toledo.
La Reina, al Machu-Picchu; el Rey, a los toros
Al concluir su asistencia a la Cumbre, y antes de dar comienzo a la visita oficial a Perú, que iniciaron a continuación, don Juan Carlos y doña Sofía realizaron otras actividades y visitas a distintos lugares del país.
Si bien la Reina se desplazó a las legendarias ruinas de la ciudad inca de Machu-Picchu para contemplar su impresionante belleza, el monarca asistió al festejo taurino celebrado en la plaza El Acho, en Lima.
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