'No debemos dejar que nos aterroricen, tenemos derecho a vivir seguros. Nadie debe acostumbrarse al terror', proclama la reina Rania sabiendo que su familia es objetivo de los fundamentalistas

El rey de Jordania sostiene a su hija menor, la princesa Salma, mientras posa con la reina Rania en el salón principal del palacio de Dar Al Baraka

 

Rania de Jordania vive con preocupación la situación política internacional. La reina más joven del mundo participa activamente en varios proyectos de protección infantil y sabe que los niños son siempre las víctimas inocentes de estos conflictos. Desde el palacio de Dar Al Baraka, en Amman, ha hablado para la revista ¡HOLA! sobre como vivió los trágicos acontecimientos del pasado 11 de septiembre y como han afectado a su familia.

Reina solidaria
De la monarca hachemita llama la atención, nada más encontrarla, su serena belleza y su gran elegancia. Sin embargo, en la entrevista que publica la revista ¡HOLA! de esta semana, la Reina se presenta como una mujer de fuertes y profundas convicciones. Se dedica, con gran ahínco, a mejorar la situación de las mujeres y los niños de su país y defiende, ante todo, la Paz.

Su familia, objetivo de los fundamentalistas
La Familia real jordana estuvo a punto de sufrir un atentado de la organización terrorista de Bin Laden en el verano del 2000. El rey Abdalá, la reina Rania y sus dos hijos mayores, todavía no había nacido la princesa Salma, estaban de vacaciones en el Mediterráneo cuando tuvieron que regresar precipitadamente a Ammán ya que supieron que una embarcación suicida cargada de explosivos tenía previsto estrellarse contra su yate.

La monarca, desde el salón principal de Palacio, no quiere recordar ese episodio. Desea que sus palabras hagan desistir a los fanáticos y les haga ver el sufrimiento que sus ataques lleva a la gente. “Estas imágenes que estamos viendo- dice la Reina jordana- pueden aterrorizar a un niño y estropear toda su vida, sin que nadie se dé cuenta”.

“No debemos dejar que nos aterroricen, tenemos derecho a vivir seguros. Nadie debe acostumbrarse al terror”, proclama la Soberana mientras sostiene a su hija menor en brazos. Ella ha llevado su solidaridad y apoyo a los bomberos de Nueva York, a donde viajó semanas después de los trágicos ataque. Su marido, el rey Abdalá, se reunió entonces con el presidente Bush. El hijo del rey Hussein, Soberano en un país de Oriente Medio, es un eficaz mediador en el conflicto. También en Inglaterra, país que visitaron oficialmente la semana pasada, el Rey insistió en el compromiso internacional para la Paz y Rania, en su papel de Soberana, se comprometía a defender la mejora de la situación de la mujer en su conversación con la directora del British council.

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