La ex novia de Jesulín llevó a la hija de ambos al parque, como cualquier otro día, para que la pequeña permaneciera ajena a lo sucedido
Belén rompió a llorar cuando los periodistas le preguntaron, a la puerta de su casa, por el estado de salud del diestro de Ubrique
"Ayer hablé con el padre de Jesús como nueve o diez veces", manifestó la joven
25 SEPTIEMBRE 2001
Belén Esteban, con lágrimas en los ojos, hizo sus primeras declaraciones sobre el estado en que se encuentra Jesulín de Ubrique tras el grave accidente de tráfico que sufrió en la madrugada del domingo en el término de la localidad sevillana del Coronil.
La joven, que se enteró de lo sucedido a través del padre del diestro, Humberto Janeiro, manifestó su deseo de llevar a su hija, Andrea, al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla -donde Jesulín permanece ingresado- en cuanto el estado de salud del torero lo permita.
“Me enteré de lo sucedido por su padre. Me llamó porque Jesús quería hablar con la niña, pero no podía hablar, entonces le pusimos a Andrea para que oyera su voz”, afirmó Belén a las puertas de la casa que comparte con sus padres y su hija en Madrid. “Ayer hablé con el padre de Jesús unas nueve o diez veces”, añadió la ex novia del torero, quien tiene pensado acudir junto a su pequeña al centro hospitalario “cuando Jesús quiera”.
A pesar del susto y la preocupación por el accidente de Jesulín, Belén Esteban quiso seguir su ritmo de vida normal para que su hija Andrea permaneciera ajena a lo ocurrido. Así, la joven llevó a la niña al parque ubicado cerca de su domicilio al que acuden habitualmente. Allí, Andrea se divirtió en los columpios y en el tobogán y jugó con otros pequeños hasta que, horas más tarde, su abuelo, el padre de Belén, fue a buscarlas para regresar, todos juntos, a casa.