La hija pequeña de Raniero de Mónaco, Estefanía, la princesa rebelde siempre quiso vivir su vida y, al parecer lo ha conseguido. Alejada de todo lujo y ostentación, prefiere una caravana de doce metros cuadrados a las amplias estancias del palacio Grimaldi o a su magnífica villa, situada en las montañas de Auron, en Francia, lugar al que se retiró después del escándalo protagonizado por su entonces esposo, Daniel Ducruet.
Estefanía se ha integrado perfectamente en la familia de Franco Knie y en la vida del circo. Sin pudor, se asoma a las puertas de la roulotte con un sencillo albornoz blanco, transporta las bolsas de la compra, se acerca a la lavandería, cocina y atiende personalmente a sus tres hijos. Vive su historia de amor ajena a todos los comentarios que pueda provocar, en una caravana Palace, vestida de manera sencilla y lejos de sus obligaciones cómo princesa de Mónaco.
En la edición actual de ¡HOLA! se publica un amplio reportaje sobre la nueva vida de la hija de Raniero, con fotografías del interior de la caravana tal y como se muestra en le folleto de venta y de la princesa y sus hijos a las puertas de ésta y en los alrededores de la carpa. Los lectores también podrán ver nuevas imágenes de Pauline, la hija de Estefanía, actuando en el espectáculo de Knie. A sus números habituales con los elefantes ha añadido ahora otros nuevos de acróbata y equilibrista, haciendo pareja con Freddie Knie, sobrino de Franco.
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