Estefanía continúa su vida en la localidad suiza de Rapperswill, donde se encuentra instalado el circo Knie, con cuyo director, Franco, mantiene una relación sentimental. Allí pudo vérseles en una de las tribunas principales siguiendo con gran atención todos los números que iban desfilando por la pista. Estefanía estuvo en todo momento cogida del brazo de Franco, una cariñosa actitud de la pareja que volvía a evidenciar que cada vez están más enamorados.
La historia de la princesa y el director de circo incluye a una tercera persona, Claudine, la mujer de Franco, de la que se ha separado por Estefanía. Más delgada, pálida y con los rasgos cansados, la bella mujer, de 52 años, parisina de origen, habla en una entrevista que se publica en ¡HOLA! esta semana. Veinte años con Franco Knie: “Yo tenía una felicidad que creía sólida. Estábamos muy unidos. Teníamos mucha complicidad y sentíamos mucho respeto uno por el otro. Vivimos momentos extremadamente difíciles a causa de los problemas de la familia Knie; después con nuestro hijo autista. Al principio fue duro de sobrellevar, pero siempre permanecimos unidos”.
Claudine habla de cómo conoció a Estefanía y de la rápida relación de amistad que se estableció entre ambas: “Era mi amiga. En mi casa ella paseaba en pijama. Yo me ocupaba de sus hijos. Sentía mucha ternura por ella. Cuando estaba triste venía a refugiarse en mis brazos y yo le subía la moral. La recibí como si fuese mi hija. Ella me llamaba mamoune, que era el nombre que ella daba a su madre”. Una interesante entrevista donde se dan a conocer todos los detalles de la relación de la princesa y Franco Knie, incluso el motivo por el que Estefanía rompió a llorar en público hace algunos meses cuando se encontraba en un acto oficial con su Raniero.
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