La última vez que estuvo en el Principado, con ocasión de la festividad de Santa Devota, los monegascos la vieron llorar. Ahora, Estefanía ha regresado radiante de alegría. Un cambio total en el que, sin duda, ha tenido mucho que ver su nueva situación sentimental. Por un lado, la relación de la Princesa con Franco Knie ya es del todo pública y por otra, Estefanía volvió a Mónaco para presidir el Primer Festival de Payasos, una acto relacionado con el circo por el que siente pasión.
Luciendo un traje pantalón color amarillo, la hija menor de Raniero sorprendió a todos cuando, en el escenario, comenzó a intercambiar bromas con los payasos premiados, a algunos de los cuales ya conocía. Estefanía también presidió el jurado que entregó los galardones. El payaso Bobof fue el ganador de la Nuez de Oro y los Cousines Pépins fueron distinguidos con la Nuez de Plata.
|