La historia del carrascal de la Font Roja no puede entenderse sin conocer un hecho grabado en la tradición religiosa de los alcoyanos. Los hechos se remontan a 1653, cuando el pavorde Antonio Buenaventura Guerau i Montllor descubrió en estos lares una imagen de la Virgen María esculpida en un bulbo del que nacía una bella flor de lirio. El fervor popular obró el resto. Esta tradición, que ha perdurado hasta hoy, estuvo a punto de convertir el carrascal de la Font Roja en un centro de peregrinación internacional como Lourdes o Fátima.
El fervor religioso no ha sido, sin embargo, la única razón de tanta veneración. Según consta en documentos que datan del Medievo, la protección del carrascal de Alcoy comenzó muy tempranamente a ser una preocupación de los habitantes de esta ciudad, dictándose normas para su protección que datan de 1332: «...Establiren e ordenaren que nenguna persona no pos tallar... carrasca ni fleixe en la teixeda, sino per a fer lenya o pa cobrir cases, en pena de 60 sous... y que nengu no pos metre foch en la teixeda, en pena de 60 sous...».
PASEO EDUCATIVO
Desde Alcoy, la CV-797 adentra al caminante en el corazón del parque, donde se encuentra el santuario, la ermita de la Virgen de los Lirios, el centro de interpretación del parque y, cómo no, la fuente de aguas límpidas que da nombre al paraje. Una vez dejado el vehículo en la amplia explanada convertida en aparcamiento y visitado el centro de interpretación, hay que dirigirse hacia la glorieta dels Paellers, un área acondicionada como zona de picnic, donde se inicia el paseo a pie. En el camino por la pista sinuosa que asciende hacia el destino de esta ruta, el pico Menejador, se encuentra un horno de cal, una construcción típica de la zona en la que se cocía un tipo de piedra caliza que servía para obtener la argamasa más utilizada y barata: la cal.
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