Siete chiringuitos de Menorca donde pasar las horas frente al mar
En verano, un pescado fresco, una paella o unas tapas se disfrutan aún más si el lugar, por muy sencillo que sea, tiene una maravillosa vista. Los que hemos seleccionado se reparten por toda la isla y cada uno tiene su particular encanto. En lo que coinciden es que el enclave merece (y mucho) la pena.
ES BRUC
En la costa sur de la isla, y en primera línea de la playa de San Adeodato (Santo Tomás) en Es Migjorn Gran, este chiringuito es el lugar perfecto para comer un pescado del día, una fritura, una hamburguesa o una tortilla de patatas después de una jornada en alguna de las espectaculares calas próximas, como Binigaus o cala Escorxada.
SUSY
Macarella es una cala de ensueño y uno de los iconos de Menorca, una piscina de color turquesa protegida por arena blanca y recortada en el verdor de los pinares. Es en este entorno natural, a 50 metros de la orilla del mar, donde está este chiringuito que nació como un pequeño negocio familiar en los 60 y ha dado paso a un bonito restaurante con sus terrazas y comedores abierto desde las 10 de la mañana y hasta las 11 de la noche y perfecto para tomarse un pulpo a la gallega, una parrillada de pescado o un bocata, y después llegar a pie hasta otra de sus calas rivales, la de Macarelleta.
OASIS
Entre la apartada y exótica playa de Son Saura y la de Son Bou se extiende uno de los tramos mejor conservados del litoral español, por su luz, sus olas domesticadas, la tranquilidad y la vegetación mediterránea. Es en esta mismísima playa donde está plantado el chiringuito Oasis, que ofrece desayunos y bocadillos además de pizza, tapas y algunos platos vegetarianos.
CAP ROIG
Más que un chiringuito, este veterano restaurante de la urbanización Sa Mesquida, a 5 kilómetros de Maó, en la costa norte de la isla, lleva sorprendiendo más de 20 años a su clientela, y no solo porque de su carta, a base de tapas y ensaladas y, sobre todo, pescados frescos y paellas, apetezca todo, especialmente por las vistas que regala del mar su sombreada terraza.
SA COVA
El que fuera una antigua caseta en el que los pescadores guardaban sus barcas es un pequeño chiringuito familiar que tiene ya una larga historia, abierto desde los años 70. Situado en la cala’n Blanes, un rincón mágico de la isla de Menorca y permite disfrutar de excelentes parrilladas y de tranquilos atardeceres en un ambiente chill out, escuchando buena música o degustando un cóctel. Bajo un fresco palmeral, también muy recomendable en la misma playa, el chiringuito El Pirata. Unos mejillones ounas gambas a la playa saben a pie de playa de otra manera.
BARISTIU
Desde hace años, la terraza construida sobre las rocas de Baristiu forma parte del paisaje idílico de la cala Morell, a 7 kilómetros de Ciutadella. Con la esencia de las construcciones de la isla, es un local emblemático donde degustar un aperitivo o una parrillada de pescado con vistas o tomar un refresco al atardecer. En el mismo entorno, otro buen restaurante para una deliciosa comida es Trogloditas’s.
LOS BUCANEROS
Si se trata de sentarse en una mesa lo más cerca del mar, puede que este chiringuito de cala Binibeca, en el término de Sant Lluís, se lleve la palma, pero lo mismo si lo que se va buscando es un lugar para ver la puesta de sol. Si fuera Ibiza, esta antigua caseta de pescadores ya tendría una legión de peregrinos apostados en este lugar próximo al pintoresco pueblo de Binibeca Vell, con sus casitas blancas de forma irregular levantadas en sus empedradas callejuelas.
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