Cinco playas para lucir bikini (y que te vean)
Hoy sería inconcebible un día playero sin el incombustible bañador 'two-piece' así que hoy te llevamos a un puñado de arenales de la costa española donde posar con esta creación de Louis Réard que cambió para siempre el panorama de la moda estival.
CAÑOS DE MECA (CÁDIZ)
Esta playa es el nexo de unión entre dos célebres lugares: el histórico faro de Trafalgar -testigo de legendarias batallas que inspiraron a Pérez Reverte-, y los acantilados de Barbate, los más colosales del litoral andaluz. Tras las verdes copas de los pinos se intuye este refugio desde hace años de una comunidad hippy y alternativa. La playa comienza por detrás de las últimas casas de la pedanía y se extiende varios kilómetros formando una larga y ancha alfombra de arena. Sus aguas transparentes, su oleaje moderado en verano y el viento de Levante, que cuando aquí sopla lo hace con fuerza, invitan no solo a ponerse el bikini también a aventurarse con los deportes acuáticos.
CALA CONTA (IBIZA)
En el top nacional de las mejores de España habría que incluir esta playa de Sant Josep de Sa Talaia que permite disfrutar al máximo de los placeres del litoral ibicenco, como los atardeceres que, en esta zona eminentemente rocosa, sirven de punto de reunión en plena vorágine estival. Tiene enfrente la isla d’es Bosc, que en parte queda oculta a la vista por otra, la de Sa Conillera, de la que muchos submaristas podrían relatar ocultos y peligrosos secretos. Para lucir palmito paseando, mejor tomar el sendero que, en un cuarto de hora, lleva hasta el mirador de torre d’en Rovira, desde el que se contemplan los barcos que transitan por el lugar.
PLAYA AMÉRICA (PONTEVEDRA)
En Nigrán descansan varias playas de tronío, pero es esta, familiar y coqueta, la que se lleva la palma. Referencia imprescindible de las Rías Bajas, si en agosto hay que madrugar para coger sitio en ella, en septiembre sus puestas de sol son incomparables. Pese a su perfil atlántico, posee un excelente microclima. Conserva una arena fina, está suavemente urbanizada y dotada de todos los servicios. Lo que sí es indudable es que es idónea para la caminata, ya que cuenta con un agradable paseo marítimo muy agradecido para posar con outfit playero.
DUNAS DE CORRALEJO (FUERTEVENTURA)
De los cien kilómetros de playas de Fuerteventura, la más cercana a la costa de África, nada menos que ocho son la brillante carta de presentación de este espacio natural canario que deja perplejo a cualquiera. De él disfrutan windsurfistas y amantes de las cometas gracias a sus inmejorables vientos; y también paseantes y bañistas, porque aunque aquí las olas baten con fuerza no hay corrientes engañosas. Y el bikini se luce con gusto.
ARENAL-BOL (ALICANTE)
No hay hasta Denia en dirección norte, una playa tan larga como esta, la más urbana de Calpe. Es una suave concha de más 1,4 kilómetros de largo con un microclima todo el año que se ubica frente al casco viejo de la localidad. Su paseo marítimo propone una agradable caminata bajo las palmeras hasta llegar el mítico peñón de Ifach, icono de la Costa Blanca, dejando atrás restos de unas termas y unas viviendas romanas. El trasiego de caminantes ayuda a dejarse ver.