Hagan sus apuestas... ¡que empiece el juego! Mónaco se vistió con sus mejores galas para celebrar por todo lo alto una velada surrealista. Música en directo, cartas de la baraja con vida propia, la cena servida sobre ruletas, un partido de tenis improvisado entre las mesas, cocineros 'secretos', luces de neón, ¡y mucho, mucho confeti! La selecta lista de invitados que pudo disfrutar de esta fiesta lo hizo en compañía de unos anfitriones de excepción, el príncipe Alberto de Mónaco y la princesa Carolina, además de Pierre Casiraghi, que acudió acompañado de su mujer, Beatrice Borromeo.
El famoso diseñador belga Charles Kaisin se “adueñó” por unas horas del Casino de Montecarlo llevando a escena un evento espectacular al que asistieron 120 invitados, y que se celebró bajo el título de “El arte del juego y el juego del arte,” para el que La Société des Bains de Mer le dio carta blanca.
Sin embargo, al ver a las damas reales llegar a esta cita tan especial, nos llamó la atención el look elegido por Beatrice. La mujer de Pierre Casiraghi brilló con luz propia con un original diseño plateado de Chanel. Pero... este vestido ya lo habíamos visto antes, ¿verdad? Echando la vista atrás y tirando de hemeroteca, hemos descubierto que se trata del mismo vestido que llevó Carolina de Mónaco en el Baile de la Cruz Roja del año 2007.
Ambas apostaron por sandalias y cartera de mano a juego, aunque en el caso de Beatrice, decidió llevar su característica melena rubia suelta con ondas marcadas tipo Hollywood y un chal beis, para protegerse de las bajas temperaturas del Principado.
Por su parte, la princesa Carolina apostó por el siempre elegante negro con un sobrio maxivestido sujeto en la parte del escote con un llamativo broche en tonos esmeralda, a juego con sus espectaculares pendientes. La hermana de Alberto de Mónaco nunca deja nada al azar y cuida sus estilismos hasta el más mínimo detalle. Esta ocasión no iba a ser diferente. Si te fijas bien, al darle al zoom en la foto descubrirás que llevaba dos originales 'pulseras' formadas con morriones, es decir el alambre metálico que rodea el cuello de la botella y que sujeta el corcho. ¡Ella sí que sabe cómo convertirse en el centro de todas las miradas!
- El vestido de Carolina de Mónaco con el que Carlota Casiraghi hizo un guiño a Carole Bouquet
Recordemos que no es la primera vez que estas coincidencias reales suceden, ya que hace unas semanas fue su propia hija, Carlota Casiraghi, la que se enfundó uno de sus vestidos. Fue a finales del pasado mes de marzo, cuando acudió al Baile de la Rosa con el diseño de Karl Lagerfeld, de profundo escote y falda de seda con superposición de gasa y estampado de flores, que su madre llevó en varias ocasiones hace algunos años.
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