Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo contraerán matrimonio religioso el próximo 1 de febrero en las nevadas montañas de Gstaad (Suiza). Hasta este paraíso perfecto viajarán sus familias y sus amigos más íntimos para disfrutar de tres días de celebraciones nupciales.
Los preparativos se han llevado con máximo secreto, pero la redacción de ¡HOLA! pudo acceder a los detalles que ahora compartimos con los lectores de hola.com en las vísperas al gran día. Se dio por hecho que el enlace religioso sería de nuevo una boda blindada, contrariamente es más probable que esta celebración deje imágenes tan inolvidables como históricas: las de Carolina de Mónaco como princesa de las nieves, las de Carlota Casiraghi en su reaparición de gala tras su maternidad junto a Gad Elmaleh; la de los novios como en un cuento de Navidad, las del pequeño Sasha en la que sería su presentación oficial a sus diez meses de edad…
Tatiana ha pasado muchos días en su antiguo país –nació en Nueva York, pero vivió en Ginebra hasta los quince años-, estudiando y preparando los detalles nupciales… Quería una boda perfecta y divertida y lo planteó todo al milímetro. Y el resultado es que todo suena a una celebración de ensueño.
Trescientos invitados
Inicialmente se habló de una celebración reducida, pero ya en la cuenta atrás de la ceremonia, se sabe que serán 300 invitados y que empezarán a llegar a Gstaad el 29 de enero. Para ellos, se han reservado habitaciones y suites en los hoteles más lujosos de la zona: hotel Palace, Gran Park Hotel, hotel Bellevue, L’Alpine. El matrimonio y sus familias han elegido este último para su estancia con el fin de atender los deseos de los viajeros más exigentes del mundo. La suite Panorama fue reservada por los novios hace meses, al precio de 17.000 euros la noche.
Desde Colombia y Nueva York vendrá la familia Santo Domingo, una de las dinastías más ricas de Sudamérica, además de Gabriel Echevarría, hijo del expresidente de la Colombia, con su esposa, Cristina. Y desde todos los lugares del mundo, los amigos del joven matrimonio: entre ellos, Margherita y Angela Missoni, Bianca Brandolini, Eugenie Niarchos, Noor Fares, Corso Serra di Cassano, Cedric Notz, los príncipes Pierre y Silvia d’Arenberg, Nicolás y Tatiana de Grecia, Blanca Brillenburg, los diseñadores Valentino y Karl Lagerfeld…
Lejos de las celebraciones que rodearon su boda civil, hace cinco meses bajo el justiciero sol de agosto, entre barcos de vela y salones palaciegos –dress code blanco, coronita de flores hippy chic, encaje y tricot- para todos ellos, a la fuerza, la vestimenta ha de ser muy diferente. Y la diferencia traerá muchas sorpresas. Febrero tiene su código, y mucho más en Suiza, donde las temperaturas estacionales rondan los seis bajo cero… Aunque, igualmente, el eterno glamour de Mónaco llegará a las montañas nevadas.
Tres días de celebraciones
La primera fiesta, la de la víspera nupcial, tendrá lugar el 31 de enero en el refugio alpino de El Eggli. La pareja ha optado por un restaurante de renombre mundial, reconocido por sus espectaculares vistas panorámicas de los Alpes berneses y por su carta típica de platos, para compartir una fondue party con sus invitados, tras lo cual protagonizarán a continuación una espectacular bajada nocturna por la pista de El Eggli esquiando con antorchas hasta el pueblo.
La boda en el monasterio de Rougemont
Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo contraerán matrimonio en el antiguo convento de Rougemont, el único de la comarca. Una joya del arte románico (siglo XI) construida por los monjes de Cluny.
La ceremonia, prevista para las siete de la tarde, se celebrará en la capilla dedicada a San Nicolás de Myra. Andrea llegará a la iglesia del brazo de su madre, la princesa Carolina, y seguido por sus hermanos: Carlota, que viajará con su bebé a Suiza, aunque no sabemos si también lo hará con su pareja Gad Elmaleh; Pierre, con su novia, la condesa Beatrice Borromeo, y la princesa Alejandra de Hannover. Por supuesto, también se espera que asistan los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco.
Al repique de las campanas de la torre del reloj, la novia entrará en el templo acompañada por su hermano Julio Mario Santo Domingo. La iglesia, por deseo de Tatiana, se iluminará con cientos de velas y la decoración floral se realizará con flores blancas. La ceremonia será oficiada en francés y el órgano más antiguo del cantón entonará el Ave María de Schubert.
Paseo en carroza
Tras la lluvia de arroz, los recién casados subirán a una antigua carroza tirada por caballos. La novia, envuelta en pieles blancas, con ushanka imperial y manguitos, como una auténtica zarina de las nieves. A continuación, el banquete de bodas: una fiesta blindada en el impresionante hotel Palace. Al menos, eso es lo que se da por hecho en su círculo, ya que en las invitaciones se ha omitido el lugar elegido para la celebración. Lo que sí se sabe es que después de la cena habrá baile: con orquesta y con la música elegida por Julio Mario III, talentoso DJ en Nueva York, además de hermano de la novia.
Finalmente, el 2 de febrero, a las dos de la tarde, brunch y lluvia de confeti en el Palace, el hotel que albergará el almuerzo de despedida. Y tras la maratón nupcial, el viaje de novios.