El viaje oficial que el príncipe Alberto de Mónaco ha realizado a Japón con su prometida, Charlene Wittstock, ha tenido una especial importancia por un motivo en concreto y es que se trata de la primera visita oficial en la que la futura esposa del Príncipe se encuentra con miembros de otra Familia Real. En esta ocasión, la pareja disfrutó de un agradable almuerzo que el emperador Akihito y la emperatriz Michiko de Japón organizaron en su honor en el Palacio Imperial de Tokio.
De nuevo, la prometida de Alberto de Mónaco volvió a dar una lección de estilo y elegancia. Para la ocasión, Charlene se decantó por un conjunto de chaqueta y falda que combinó con un cinturón entallado, bolso y zapatos de tacón, todo en tonos marrones. Por su parte, la emperatriz Michiko escogió un vestido de gasa de color azul turquesa y mangas anchas. No fue la única oportunidad que tuvo Charlene de reunirse con la Familia Imperial y practicar su formación principesca. El Príncipe y su prometida asistieron también durante su visita oficial a Japón a una cena de gala a favor de BirdLife International en Tokio acompañados por la princesa Takamado.
El motivo de la visita del soberano monegasco y Charlene Wittstock a Japón era asistir a la conferencia Mónaco y Áreas Marinas Protegidas, en el marco de la X Conferencia de los Partidos en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, con el fin de establecer nuevas metas en la lucha contra la extinción de animales y plantas. De hecho, es sabido el gran interés y preocupación del príncipe Alberto por todo lo relacionado con la naturaleza y medioambiente, y es por ello que no ha querido faltar a esta importante conferencia en la que se han dado cita personalidades de casi 200 países.