La figura de Gracia de Mónaco vuelve a estar presente en la ciudad de Londres. Anoche, el Museo Victoria & Albert de la capital británica acogió un pase privado de la muestra ‘Grace Kelly: un icono de estilo’, exposición que repasa la vida de la inolvidable princesa a través de su impacto en el mundo de la moda.
La inauguración estuvo presidida, como no podía ser de otra manera, por el actual soberano de Mónaco, el príncipe Alberto, que acudió acompañado por su novia, la ex nadadora sudafricana Charlene Wittstock. La pareja, que se ha vuelto inseparable, se ha dejado ver en público una vez más, haciendo más intensos nuevamente los rumores de un posible anuncio de compromiso entre ambos.
Una vez más, Charlene destacó por su elegancia y sencillez luciendo un vestido negro de Roberto Cavalli con pedrería en el escote y unas altísimas sandalias de tiras del mismo tono. Un ‘look’ con el que vuelve a desatar las comparaciones con la recordada princesa de Mónaco. Y es que, desde que comenzara su relación con el príncipe Alberto, las comparaciones de Charlene con Grace Kelly han sido una constante, en parte fomentadas por las declaraciones que hizo en su día el soberano monegasco en las que reconoció que si alguna vez se casase sería con alguien que se pareciera a su madre.
La Familia Real inglesa estuvo representada en el pase privado de la muestra por el príncipe Eduardo y su esposa, Sophie Rhys-Jones. El príncipe monegasco y su novia les recibieron a la entrada del museo londinense, al que también acudieron personalidades de la sociedad inglesa como la actriz Joan Collins, con un ‘look’ muy chic compuesto por una blusa con volantes y falda negra, el ex Beatle Ringo Starr y su mujer, Bárbara Bach, el diseñador Paul Smith o el dueño de los almacenes Harrods, Mohamed Al-Fayed.
La exposición, que podrá visitarse hasta el mes de septiembre, recoge vestidos que en su día lució la princesa Grace en películas como La ventana indiscreta o Alta sociedad. Un portavoz del museo ha dicho que la exhibición, que se abre mañana, repasa la evolución del estilo de la actriz convertida en princesa y su impacto como referente en la moda. La muestra incluye diseños de alta costura de Dior, Balenciaga, Givenchy, Yves Saint Laurent o Chanel.
La muestra arranca en los años 50, desde que comenzara su breve carrera en el cine, que duró cinco años y once películas. Entre los 40 modelos se incluye el elegante vestido azul claro confeccionado por la modista Edith Head y que la princesa lució al recoger el Oscar en 1995, así como el vestido de flores que eligió el día de 1955 en que conoció al príncipe Raniero en el Festival de Cannes, el modelo camisero de seda color marfil con hilos de oro y ceñido a la cintura del día en que se anunció su compromiso unos meses después y el traje de blonda bordada sobre tafetán de seda, también en color crudo, con el que contrajo matrimonio civil.
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