Ha recuperado la sonrisa tras su regreso a Mónaco. A pesar del desmentido oficial de la supuesta separación entre la princesa Carolina y su esposo, el príncipe Ernesto, lo cierto es que desde hace poco más de un mes la mayor de los hermanos Grimaldi pasa más tiempo en el Principado que en su domicilio familiar de hace años de Fontainebleau (cerca de París) . Allí ha logrado cierta normalidad y el trabajo parece haberse convertido en una buenísima válvula de escape de las preocupaciones. Así, ajena a los rumores de crisis matrimonial, está retomando su agenda oficial como Primera Dama del Principado acompañando a su hermano, el príncipe Alberto, en varios actos oficiales.
Carolina de Mónaco acompañó a su hermano, actual soberano monegasco, a la exposición de las obras de arte que luchan por alzarse con el premio de la fundación Príncipe Pierre que suele dar al premiado reconocimiento internacional en el marco del arte contemporáneo. La Princesa se mostró durante la inauguración de la muestra sonriente, relajada y feliz de su regreso al Principado.