Andrea Casiraghi, hijo de la princesa Carolina de Mónaco, ha dejado de lado las playas de Ibiza y Saint Tropez, donde es habitual verle todos los veranos, y ha viajado a Filipinas. Allí ha visitado varios proyectos de desarrollo de la sede de Amade Mondiale, una organización sin ánimo de lucro que fue fundada por la princesa Grace y que ahora preside su madre. Dicha ONG se creó en 1962 y está presente en 16 países para ayudar a los niños más necesitados. Ahora Andrea, se ha implicado en esta labor humanitaria siguiendo los pasos de su madre y de su tío, Alberto II de Mónaco, que colaboran activamente con esta organización desde hace años.
No todo es diversión en la vida de Andrea, acostumbrado a ser noticia por sus romances o sus noches de fiesta. Ahora el hijo de la Princesa de Hannover ha decidido aprovechar sus últimos días de vacaciones ayudando a la sede filipina de Amade, que nació hace siete años. Andrea ya estuvo al lado de su madre y de su tío en una fiesta que se celebró en el mes de abril en Mónaco, donde asistieron muchos rostros conocidos como Karl Lagerfeld, para recaudar fondos para la ONG. [Carolina de Mónaco] estuvo en Filipinas cuando Amade cumplió su quinto aniversario en el país y tuvo la oportunidad de conocer a las familias que se encuentran viviendo allí y que le agradecieron que continuara trabajando el el proyecto que inició su madre, la princesa Grace.