Intrépida y aventurera, así se mostró la Duquesa de Cambridge durante una visita al norte de Gales. La esposa del príncipe Guillermo exhibió, una vez más, su habilidad con el deporte y no dudó en hacer rápel con una gran sonrisa y perfectamente equipada con casco y botas de montes. Y es que cuando tenía tan solo tres años también demostró su destreza en el Distrito de los Lagos, una zona del noroeste de Inglaterra.
Los Duques de Cambridge visitaron el Centro Tower Outdoor de Snowdonia que se dedica a promover experiencias al aire libre para proporcionar habilidades de aprendizaje a través del esfuerzo y la superación personal en un ambiente de aventura. Cuando se les ofreció la oportunidad de realizar rápel, ambos no dudaron en decir que sí y lanzarse a la aventura. El primero en probar la actividad fue el Duque de Cambridge quien descendiendo por la pared gritó a su esposa. “¿Me estás sosteniendo?. Su mujer cogió la cuerda y respondió: “Te tengo”.
La Duquesa reconoció a los instructores que estaba disfrutando de la actividad. “Por una vez tengo el control”, aseguró. En el momento en el que le preguntaron acerca de su seguro, la Duquesa bromeó: “Guillermo, ¿cuánto me quieres?”, dijo entre risas. La Duquesa comenzó a descender por el muro de doce metros con una gran sonrisa como se puede ver en las imágenes. “No es que seamos competitivos, pero si él lo hace, entonces tengo que hacerlo yo también”, dijo. No es la primera vez que la esposa del príncipe Guillermo muestra su habilidad con los deportes, en otras ocasiones la hemos podido ver practicando hockey y esquí, entre otros.
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Esta visita a Gales tiene como principal objetivo promover la salud mental de los más jóvenes. Un tema que los Duques de Cambridge han defendido durante los últimos años y la esposa del príncipe Guillermo confirmó que tiene intención de centrarse de forma más exhaustiva. "A menudo me preguntan por qué decidí dedicar tiempo incidiendo en la salud mental de los niños", dijo en una conferencia. "Mi respuesta podría ser similar a la de ustedes. Tuve suerte. Mis padres y maestros me dieron una infancia maravillosa y segura en la que siempre sentí que me querían, valoraban y escuchaban. Pero, por supuesto, muchos niños no tienen tanta suerte ", afirmó.