Cualquier aparición de la duquesa de Cambridge dentro y fuera del Reino Unido atrae todas las miradas y la atención de los medios de comunicación. La expectación se ha multiplicado en los últimos meses desde que se anunciara el embarazo de la esposa del príncipe Guillermo. Todas sus apariciones son ampliamente comentadas y analizadas con lupa. Eso ocurrió el pasado jueves cuando la Duquesa viajó a Portsmouth para atender varios compromisos.
Era su primera aparición oficial tras las vacaciones familiares disfrutadas en Mustique, y por la forma de su silueta ya es más que evidente que la Duquesa se encuentra en la recta final de su embarazo. Todo fueron halagos para ella y sus cuidado estilismo: su melena suelta, que dejaba entrever los pendientes de zafiros que tanto le gustan a Kate Middleton, su pequeño bolso de L.K. Bennett, a juego con sus zapatos Jimmy Choo, un vestido marino estampado de Alice Temperley y un abrigo blanco de Max Mara que sólo los más avispados se dieron cuenta que es similar al que lució la princesa Eugenia de York en los oficios religiosos de la pasada Navidad en Sandringham. ¿Se prestarán la ropa estas dos "primas reales"?
Lo que tampoco se escapó a la atención de los fotógrafos en esta ocasión fue el interior del vehículo que transportó a la duquesa de Cambridge. En el asiento trasero pudieron ser fotografiadas dos bolsas de caramelos que sin duda hicieron las delicias de la madre del príncipe George y que algunos relacionaron en seguida con "antojos" de embarazada.
Una de las bolsas era de Mint Imperials, unos caramelos mentolados muy refrescantes, y la otra de los históricos Werther's Original, la marca alemana de dulces de mantequilla, nata y azúcar que han pasado de generación en generación desde 1909.