La sonrisa de Camilla de ayer era distinta a las otras. Fue a boca llena. Porque la de ayer, en el servicio religioso del día de la Commonwealth en Westminster, junto a la reina Isabel y el Duque de Edimburgo y su esposo, el Príncipe de Gales, delataba la felicidad de la Duquesa de Cornualles de ser otra vez abuela. La buena nueva, que pasó inadvertida por la prensa hasta el pasado 5 de marzo, cuando The Telegraph publicó una breve información sobre el acontecimiento, la pregonaba con su gesto en esta ceremonia. Asomaba a su rostro su enorme alegría por el nacimiento de su quinto nieto, el segundo retoño de su hijo, Tom, y su nuera, Sara. El bebé, que nació el pasado 28 de febrero, se llamará Freddy y tiene una hermana mayor, Lola, nacida en octubre 2007. La Duquesa tiene además otros tres nietos por parte de su hija, Laura, que contrajo matrimonio en mayo de 2006 con Harry Lopes, contable y ex modelo de ropa interior de la firma Calvin Klein: la mayor, Eliza, nacida en 2008, y los gemelos, Louis y Gus, a finales de diciembre. No hay quinto malo.