La gran sorpresa de la fastuosa cita

Guillermo, Máxima y Amalia de los Países Bajos, invitados de lujo en la boda de Victoria de Hohenlohe

La Familia Real holandesa acudía al enlace de la duquesa de Medinaceli celebrado este sábado en tierras gaditanas

Por Martín Gálvez Piqueras

Guillermo, Máxima y Amalia de los Países Bajos han acudido como invitados a la boda de Victoria de Hohenlohe celebrada este sábado en Jerez de la Frontera (Cádiz). Los Reyes de Holanda y su primogénita, la heredera al trono, asistían juntos al fastuoso enlace de la duquesa de Medinaceli y Maxime Corneille que tenía como escenario la popular iglesia de San Miguel.

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Tras la ceremonia religiosa que comenzaba en torno a la una de la tarde, los Orange se dejaban ver a su salida del templo a las 14:24 horas -según nos informan los compañeros de Europa Press-. A diferencia del resto de asistentes, los tres 'royals' han abandonado el lugar por una de las puertas laterales, concretamente la que hace esquina con la llamada Portada de la Epístola. Por su parte, tanto los novios como la mayoría de los asistentes accedieron y se marcharon del histórico edificio por la entrada principal denominada el Portal.

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Acompañados en todo momento por su equipo de seguridad, la esposa del monarca derrochaba elegancia y estilo como es habitual en ella con un precioso traje gris y pamela a juego. Mientras, su hija mayor de 19 años apostaba para la ocasión por un bonito y sofisticado look vaporoso de distintas tonalidades en rojo con tacones del mismo color y tocado de cuento de hadas.

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El escenario que la duquesa de Medinaceli ha elegido para su enlace es una de las construcciones más imponentes de Jerez de la Frontera. La iglesia de San Miguel, inspirada en la catedral de Sevilla y en el monasterio de los Jerónimos de Belem en Lisboa, se empezó a construir a mediados del siglo XV bajo las órdenes de Juan Normán.

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Hay que esperar a los años 20 del XVI para situarnos en la segunda parte de su levantamiento. En su interior, donde se mezclan gótico, renacimiento y barroco, destacan el retablo mayor del escultor Juan Martínez Montañés y la capilla del Socorro realizada por Pedro Fernández de la Zarza en 1547.

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Numerosos rostros conocidos han apostado por este mismo templo, declarado monumento nacional, para sus celebraciones religiosas más señaladas. En su pila fue bautizada Lola Flores y su altar fue testigo de la unión matrimonial de Bertín Osborne y la recordada Sandra Domecq. Además, las tres hijas que tuvo la pareja, Alejandra, Eugenia y Claudia, también eligieron esta misma iglesia para sus enlaces con Joaquín Buendía, Juan Melgarejo y José Entrecanales, respectivamente.

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Los Reyes de los Países Bajos y su hija fueron el viernes a la preboda

La localidad gaditana, convertida en una auténtica cumbre de la aristocracia y la jet set, acogió el viernes una fiesta previa a la que asistieron también los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos junto a la princesa Amalia. Su presencia allí supuso una gran sorpresa, ya que no se esperaba que estuvieran incluidos en la larga lista de invitados durante el fin de semana de celebraciones.

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Los tres fueron fotografiados a su llegada al Palacio de Campo Real en el que tuvo lugar el evento, donde vimos además a la princesa Miriam al-Ghazi de Jordania, junto a su hijo Boris de Bulgaria, además de miembros de la familia de la novia como su hermano Alexander, marqués de Navahermosa y duque de Ciudad Real; su primo Luis Medina, hijo de Naty Abascal, acompañado de su novia Clara Caruana; y Ana Gamazo, prima de su difunto padre.

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La Familia Real holandesa siempre ha sido una apasionada de España y de Andalucía, no en vano el soberano conoció a su esposa en esta tierra. En la fiesta del viernes, aunque no se les apreciaba el estilismo al completo, la Reina cubrió su atuendo con un mantón rojo de inspiración flamenca, mientras que su hija -además de un mantón de manila bordado- llevaba un moño bajo con una enorme flor muy acorde con el estilo que se respira en Jerez de la Frontera.

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