Se cumplen 20 años de su boda: los reyes don Felipe y doña Letizia están de aniversario. Ese día, el 22 de mayo de 2004, amaneció con todos mirando al cielo. No es Madrid una ciudad de lluvia, pero la de ese día fue torrencial. El entonces príncipe de Asturias llegó a la Catedral de la Almudena del brazo de su madre, la reina Sofía, y comenzó así un día para la historia: en enlace del príncipe heredero y la primera boda de Estado que se celebraba en España desde hacía prácticamente un siglo. Representantes de 38 Casas Reales, 15 jefes de Estado y presidentes de Gobierno, primeros ministros, representantes del mundo de la cultura y el deporte, en total, 1.200 invitados
La Familia Real del 2004: De delante hacia detrás, el infante don Carlos y Ana de Francia, los duques de Soria, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, la infanta Elena y Jaime de Marichalar, el rey Juan Carlos con su hermana, la infanta doña Pilar, y la reina Sofía con el entonces príncipe de Asturias. A diferencia de la novia, ellos sí pudieron hacer el recorrido a pie
La foto más esperada: Letizia Ortiz Rocasolano recorrió las calles de Madrid en un Rolls-Royce Real Phantom IV (el mismo que usaron la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin el día de su boda) acompañada por su padre, el también periodista Jesús Ortiz. Retrasaron su llegada 25 minutos, con la esperanza de que la lluvia les diera una tregua y permitiera a doña Letizia hacer a pie el recorrido que une el Palacio Real y la Catedral de Santa María la Real de la Almudena, pero eso no sucedió. La novia terminó llegando en coche hasta la puerta del templo
Un hombre feliz: Felipe VI, entonces príncipe de Asturias y con uniforme de gra etiqueta de comandante del Ejército de Tierra, esperó en el altar. Ese día dijo una frase que pasó a la historia, sobre todo porque no es habitual que hable de sus sentimientos: 'No puedo ni quiero esconderlo, salta a la vista, soy un hombre feliz…'
'El príncipe se casará cuando quiera': Cuando Felipe VI se casó su padre llevaba en trono casi treinta años y le quedaban diez más. El entonces jefe del Estado había llevado al altar a sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina, pero la boda de Estado era un asunto pendiente con el que mismo bromeaba cuando le preguntaban los periodistas. "El príncipe se casará cuando quiera", solía decir sabiendo que empezaba a circular cierta impaciencia. El rey Juan Carlos llegó a la celebración del brazo de su hermana mayor, la infanta doña Pilar, que falleció en enero de 2020
Desfile de pamelas: Ahora no, pero en el 2004 los Ortiz Rocasolano (la familia de doña Letizia) era una incógnita y la imagen de su madre y de sus hermanas sobre la alfombra roja generaba mucha curiosidad
Un diseño que hizo historia: Rania de Jordania hizo historia en lo que a estilo se refiere. Durante sus primeros segundos sobre la alfombra roja no faltó el comentario de que la reina hachemita estaba fuera de lugar, que se había saltado el protocolo porque todas, salvo la madrina, iban de corto y con tocado, además esa blusa era "de oficina" y encima blanca. Entonces circuló la idea de que como representante de la mujer musulmana en Occidente había apostado por una falda larga. Fue una explicación, aunque en numerosas ocasiones había llevado un largo midi en actos oficiales. Lo que pronto quedó claro, es que arriesgó y ganó, su Givenchy Alta Costura logró la atemporalidad. Veinte años después este look sigue siendo recordado y ha sido emulado en numerosas ocasiones por otras mujeres de la realeza
Carlos sin Camilla: El entonces príncipe de Gales, que en ese momento era el máximo representante de la monarquía británica después de Isabel II, acudió a la boda en solitario. Por aquel entonces todavía estaba buscando la manera de casarse con Camilla y lo consiguió un año después, en abril del 2005
¿Y Ernesto de Hannover? Las llegadas de Carolina de Mónaco siempre causan fascinación, pero esta fue comentada por otra cosa. La noche anterior, durante la cena de gala que se ofreció en El Pardo, Carolina de Mónaco (espectacular por cierto) asistió acompañada de su marido, el príncipe Ernesto de Hannover, por eso su llegada en solitario a la catedral de la Almudena generó mucha curiosidad. El príncipe alemán fue baja tras una noche "complicada", aunque sí figura en la fotografía de familia que se tomó horas después. Años después trascendieron algunos problemas y su ingreso en una clínica de recuperación
Los reyes del futuro: A la boda del príncipe de Asturias asistieron los reyes y reinas del 2004, pero también los jefes de Estado del futuro protagonistas de los relevos generacionales que se han producido en prácticamente todas las monarquías europeas en las últimas dos décadas
Un momento familiar: La reina Sofía, que por primera y única vez ejerció de madrina, siempre ha estado muy unida a sus dos hermanos, el rey Constantino, fallecido en enero de 2023, y la princesa Irene. La Familia Real griega acudió al completo, los príncipes herederos, Pablo y Marie-Chantal esperaban la llegada de su cuarto hijo. La boda también hizo coincidir a la reina Ana María de Grecia con su hermana, la reina Margarita de Dinamarca. En definitiva, la boda de don Felipe y doña Letizia fue una boda de Estado, pero también un momento familiar
La presencia más celebrada: Los aplausos del público (y de los periodistas que cubrían la boda) fueron especialmente significativos cuando llegó Nelson Mandelam ex presidente sudafricano, premio Nobel de la Paz y uno de los líderes más destacados del siglo XX. Mandela llegó poco después del mediodía, acompañado de su esposa, Graça Machel, y debido a su estado de salud fue uno de los pocos que pudo acceder a la boda en coche, el resto de invitados lo hicieron en los autobuses que se habían dispuesto para ello y que recogían a los invitados en los hoteles
1.200 invitados: esta es la imagen que ofreció la Catedral de La Almudena el día que Madrid se convirtió en el lugar de encuentro de la realeza con la presencia de quince jefes de Estado
No hubo "sí, quiero": Los Reyes se decantaron por pronunciar sus propios votos. "Yo, Felipe, te recibo a ti, Letizia, como esposa, y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad todos los días de mi vida", dijo el Príncipe de Asturias tras mirar a su padre, quien le dio el permiso mediante un gesto de aceptación con la cabeza. A las 11:45 de la mañana del 22 de mayo, doña Letizia se convirtió en princesa de Asturias
En el exterior seguía lloviendo: A pesar de la lluvia, mucha gente había ocupado un sitio durante la noche para poder ver el recorrido de los novios y seguir la boda en directo a través de las pantallas que se habían instalado en los alrededores de la catedral. Las calles de Bailén, Pavía, Requena, Mayor, Noblejas, Carlos III y Felipe V estaban repletas de gente
Una mezcla de música y truenos: Fue la reina Sofía, amante de la música, especialmente de la clásica, la que se ocupó de seleccionar las piezas que sonaron durante una ceremonia en la que se coló algún sonido de un trueno y no faltó el Himno Nacional, el que se casaba era el futuro rey de España, un destino que se hizo realidad justo diez años después de esa boda, en el año 2014
El debut de Felipe de Marichalar:Los hijos de la infantas Elena y Cristina, que todavía eran bastante pequeños, ocuparon un lugar protagonista como parte del cortejo en la boda de su tío. Han pasado veinte años y siempre que se habla de la boda de don Felipe y doña Letizia sale el tema de las travesuras del hijo mayor de la infanta Elena que fue pillado por las cámaras de RTVE dando una patada a una de las niñas del cortejo.
Convertidos en marido y mujer: Don Felipe y doña Letizia abandonaron la catedral tras el tradicional paseíllo de sables formado por compañeros del príncipe de Asturias, comenzaba así el siguiente acto programado, un recorrido por las calles del centro de Madrid
Madrid estaba preciosa: la ciudad había sido decorada e iluminada para la ocasión por el maestro de la decoración y el interiorismo Pascua Ortega, que nos ha contado cómo trabajó para ese día
Un coche blindado para la ocasión: Los novios a su paso por La Cibeles, uno de los monumentos más visitados de Madrid y una fuente inspirada en la madre de los dioses olímpicos y símbolo de la tierra y la fecundidad. Como curiosidad hay que añadir que el vehículo, que pertenece al Ejército de Tierra y que fueron comprados en los años cincuenta para ocasiones de representación estatal fueron acondicionados (por consejo de los responsables de seguridad) con un blindaje especial para la ocasión, solo habían pasado dos meses de los atentados del 11 de marzo
El viaje del ramo: Después de recorrer Bailén, Plaza de España, Gran Vía, Alcalá, Cibeles, paseo del Prado, glorieta de Carlos V, paseo de la Infanta Isabel y avenida de la Ciudad de Barcelona, don Felipe y doña Letizia llegaron hasta la basílica de Atocha para que la novia le entregara el ramo a la Virgen de Atocha cumpliendo con una tradición real. Ya sin lluvia y con la novia a pie, se pudo apreciar mejor el diseño de Manuel Pertegaz
Mucho de Asturias en Madrid: De regreso al Palacio Real, el sol se dejó ver por fin y los novios fueron recibidos en la plaza de la Armería por la banda de gaitas Ciudad de Oviedo. El príncipe de Asturias se había casado con una mujer nacida en Oviedo, ella era la futura reina de España y madre de la futura princesa de Asturias, así que ese día se hicieron muchos guiños al Principado que da título a los herederos de la Corona. Sin embargo, las imágenes más curiosas de ese momento fueron las de las ventanas
Comienzan a abrirse los balcones: Henrik de Dinamarca, marido de la reina Margarita y padre del actual soberano danés, no quiso perderse el regreso de los novios al Palacio Real, junto a él estaba la ministra Elena Salgado
El 'conflicto' italiano: Otro balcón fue ocupado por la madre de Jaime de Marichalar, la condesa viuda de Ripalda, que falleció en el año 2014. A su lado estaba Víctor Manuel de Saboya, hijo del último rey de Italia y fallecido hace solo unos meses. El polémico príncipe italiano protagonizó una de las anécdotas de la noche al propinarle dos puñetazos a Amadeo de Aosta, el otro pretendiente al inexistente trono de Italia. La agresión fue relatada en el diario La Repubblica por Olghina di Robilant, una de las invitadas a la cena y confirmada por el propio Amadeo de Aosta. Según la condesa italiana, Amadeo de Aosta se mantuvo en pie gracias a la ayuda de Ana María de Grecia, que también fue a buscar hielo, y no quiso reaccionar ni a los insultos ni a los puñetazos. También contó que Juan Carlos I dijo: 'Nunca más'
La boda de los maxi-cosi: Aunque el día de la boda no se vio, en los días previas a la boda de los reyes llegaron muchos miembros de la realeza con sus bebés. En esta imagen el rey Guillermo de los Países Bajos lleva a su hija, la princesa heredera Amalia, que tenía cinco meses; al lado su hermano, el príncipe Constantino, lleva a su segundo hijo, el conde Claus-Casimir
Otros que habían llegado a Madrid con un bebé fueron los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega, llevando a la princesa Ingrid Alexandra, que tenía cuatro meses. En la imagen también está la princesa Marta Luisa y su marido, el fallecido Ari Behn. La Familia Real noruega, como muchas familias reales, vino a España al completo para la boda de los futuros reyes
El balcón: Uno de los momentos más esperados fue cuando don Felipe y doña Letizia se asomaron al balcón del Palacio Real de Madrid
Los novios estuvieron acompañados por don Juan Carlos y doña Sofía
La mujer que amo: El momento más emotivo llegó con los brindis. Felipe VI, entonces príncipe de Asturias, tomó la palabra después de su padre y dijo: "Me he casado con la mujer que amo. Conjugar la razón con la fuerza del amor y del sentimiento ha sido siempre un objetivo en mi vida"
Familias Reales: Don Felipe y doña Letizia con los miembros de la realeza que asistieron su boda, en total, treinta y ocho Casas Reales