Leonor tiene mucho encanto, una sonrisa cautivadora y, aunque tiene unos intensos ojos azules, herencia de su padre, cada vez se parece más a su madre en el físico, en los gestos y en el estilo a la hora de vestir. Los que la conocen aseguran que es "muy princesa", con clase y muy lista. Es una niña extrovertida, sin miedo escénico ni vergüenza, una alumna aplicada, con mucha memoria y que se relaciona muy bien con todos sus compañeros