Los Reyes y la princesa Beatriz han cuadrado agendas para abrir la ambiciosa muestra juntos. Los tres han realizado un recorrido por el más de medio centenar de pinturas, intercalado de paradas ante las obras más emblemáticas de El Bosco como Adoración de los Reyes Magos, Las tentaciones de San Antonio, El carro de heno y El jardín de las delicias, y luego han puesto rumbo al Palacio de la Zarzuela. Don Felipe y doña Letizia han obsequiado a la Princesa, que ha venido a España expresamente para esta inauguración, con un almuerzo al que también se han unido los reyes Juan Carlos y Sofía.
La exhibición que el Prado dedica al artista flamenco con motivo del V centenario de su fallecimiento reúne en dos de sus salas las "obras maestras fundamentales" del Bosco y enseña "la mejor versión" del artista neerlandés, tal y como señaló el director adjunto de conservación e investigación de la pinacoteca, Miguel Falomir, durante la presentación de la exposición a los medios de comunicación. La exposición del Bosco se divide en seis secciones que distribuyen las obras por temáticas, y que arranca con El Bosco y s-Hertogenbosch, que sitúa al artista a una ciudad en la que vivió hasta su muerte, y que está centrada en torno al tríptico del Ecce homo de Boston. La segunda sección es Infancia y vida pública de Cristo y está centrada en el tríptico Adoración de los Magos, restaurado recientemente por el Prado y que el público verá por primera vez desde los trabajos acometidos. En palabras de la comisaria, Pilar Silva, los diferentes elementos de esta obra revelan la "originalidad" y la "capacidad de invención" que tenía el artista.
Fantasía y realidad
La tercera parada de este recorrido es Los santos y en ella, la más numerosa, se puede disfrutar de obras como Las tentaciones de San Antonio, del Museo de Lisboa, perteneciente a una segunda etapa del artista que permite observar la "capacidad" del Bosco como "creador de demonios", para cuya concepción se dejaba llevar por la "fantasía", a diferencia de otros elementos que copiaba de la realidad. Del paraíso al infierno, a continuación, centra su atención en Carro de heno, mientras que El jardín de las delicias incluye, además de la pintura más emblemática, una reflectografía infrarroja y la radiografía de la obra, que permite apreciar los cambios que realizó el Bosco desde el inicio del dibujo subyacente. El recorrido termina con El mundo y el hombre: pecados capitales y obras profanas, que discurre en torno a la Mesa de los pecados capitales y el tríptico incompleto del Camino de la vida.
Las obras están instaladas en un recorrido novedoso y dinámico que permite contemplar la obra del artista con "mejores condiciones de visibilidad", tal y como señala Silva. Algunos de los ejemplos son la disposición de varias islas centrales en las que se sitúan El jardín de las delicias o Adoración de los Magos que permite que el visitante pueda rodearlas y contemplarlas de otra forma.