De sobra es conocido su don para las artes. La reina Margarita II disfruta dejando volar su imaginación ya sea escribiendo, diseñando o interpretando y una vez más ha vuelto a demostrarlo. La soberana danesa no quiso faltar este fin de semana a la última representación de la escuela de danza de su amiga Susanne Heering, que cerró sus puertas después de varias décadas. Por trigésima vez se encargó de la coreografía del baile anual de los alumnos de la escuela, y como la ocasión lo merecía, esta vez quiso subir al escenario con su amiga y se animó incluso a bailar con ella, para gozo de un público entusiasmado.
Entre los asistentes al espectáculo, celebrado en Næstved -sede de la escuela, al sur de Copenhague-, se encontraban dos de los nietos de Margarita II, el príncipe Christian y la princesa Isabella, acompañados en esta ocasión por Caroline Heering, dama de compañía de la princesa Mary, ya que ésta y su esposo, el príncipe Federico, se encuentran de viaje oficial en Corea del Sur.
Entusiasmados al ver a su abuela bailando sobre el escenario, los pequeños disfrutaron de lo lindo del espéctaculo, sobre todo la princesa Isabella, vestida con una sencilla camiseta y una bonita diadema con una flor de color azul, que no dejó de cantar y aplaudir a la soberana danesa y hasta se puso a imitar sus movimientos poniendo sus manos en la cintura y moviéndose al ritmo de la música.
Margarita II ha ayudado durante muchos años a su amiga Susanne con su escuela de danza, tanto haciendo coreografías como diseñando el vestuario, dos de sus pasatiempos favoritos.