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Cientos de daneses se congregaron hoy como es costumbre en la plaza del palacio de Amalienborg (Copenhague) para homenajear a la reina Margarita por su 72 cumpleaños, que coincidió además con un día de sol radiante. Muy sonriente y contenta, Margarita salió hasta tres veces a saludar a los congregados, con su esposo, el príncipe Henrik, agarrado de su brazo. Junto a ella salieron también al balcón el resto de la familia real, incluyendo a los príncipes herederos, Federico y Mary, a los príncipes Joaquín y Marie, y a los ocho nietos de la monarca danesa, que este año cumplió cuatro décadas en el trono.
Sin embargo, la reina Margarita cedió gran parte de su protagonismo a sus nietos, que posaron de una manera muy simpática. Así, el príncipe Christian, la princesa Isabella y los mellizos Vicent y Josephine acapararon la atención de los fotógrafos con sus divertidas ocurrencias. El hijo mayor de los príncipes Federico y Mary de Dinamarca se comportó como un perfecto hermano mayor y estuvo muy pendiente en todo momento del pequeño Vicent, siempre en brazos de su padre. El niño protagonizó un momento muy gracioso cuando quiso cambiar los brazos de su padre por los de su abuelo, el príncipe Henrik, lo que provocó las risas de ambos.
Por su parte, Isabella, convertida en toda una señorita, no se separó del lado de su madre, la princesa Mary, que una vez más estaba radiante. En brazos sostenía a Josephine, que curiosa no dejaba de señalar todo lo que ocurría en la plaza del palacio.
Los otros cuatro nietos de la soberana, los príncipes Felix y Nicolás, fruto del matrimonio anterior del príncipe Joaquín con la condesa Alejandra, cuidaron de su hermano, Henrik, mientras que su hermana recién nacida permanecía en brazos de su mamá, la princesa Marie. La niña, que vino al mundo el pasado mes de enero, será bautizada el próximo 20 de mayo, en la iglesia de Møgeltønder, a pocos kilómetros de Schackenborg. Ese día, como es tradición se desvelará el nombre de la niña.