Como los hijos de otros hijos de príncipes herederos, la primogénita de Matilde y Felipe de Bélgica ya ha comenzado a aprender el oficio de princesa. Así, si hace unas semanas era a Christian de Dinamarca a quien veíamos desempeñando su papel de futuro rey, y días después era Amalia de Holanda quien aprendía a desenvolverse en el rol con su abuela la reina Beatriz, esta semana le ha tocado a la princesa Elisabeth.
La hija mayor de los Herederos belgas, que en octubre cumplirá diez años, protagonizó este miércoles el primer acto oficial de su corta vida al inaugurar el hospital infantil que lleva su nombre en la ciudad de Gante. La Princesa, acompañada por sus padres, fue recibida a las puertas del flamante centro médico con un ramo de flores, que le fue entregado por la nieta del Rector de la Universidad, Paul Van Cauwenberge, del que depende el hospital. La hija mayor de los Herederos, que en ningún momento se mostró nerviosa, contestó con un escueto gracias y una sonrisa.
La pequeña Elisabeth saludó a los asistentes tal y como su madre le ha enseñado e incluso dio un pequeño discurso de inauguración, dirigido al personal del hospital, en el que pronunció las siguientes palabras:
Señoras y señores,
Estoy muy contenta de que este nuevo hospital lleve mi nombre.
Espero que gracias a ustedes muchos niños encuentren aquí ayuda médica. Estoy convencida de su dedicación día a día en pos de la salud de los niños belgas.
El Hospital Infantil Princesa Elisabeth ocupa desde hoy un lugar muy especial en mi corazón.
El nuevo hospital, que ha costado 35 millones de euros, cuenta con 15.000 metros cuadrados dedicados a la atención infantil. Una de las innovaciones más relevantes del centro es la posibilidad de que los padres se alojen en sus instalaciones durante el tiempo de hospitalización de sus hijos.
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