Jordania celebró este fin de semana numerosos festejos para conmemorar el 25 de mayo de 1946, fecha en la que fue declarado Reino tras finalizar el mandato británico. Miles de personas salieron a las calles de Amman para celebrar su día más especial del año y acudir a diversas actividades como desfiles y procesiones, aunque el acto más esperado fue, una vez más, el que presidieron los reyes Abdalá y Rania de Jordania junto a tres de sus cuatro hijos: el príncipe Hussein, de 18 años, la princesa Iman, de 16, y la princesa Salma, de 12. El único ausente fue el menor, Hashem, de tan solo ocho años.
Una vez más Rania volvió a dar una lección de elegancia con un caftán en color granate con bordados en el mismo tono, la princesa Iman apostó por un llamativo y primaveral diseño en color lila y la princesa Salma, uno en color beige con motivos geométricos en color turquesa.
Para la reina de la belleza la educación de sus hijos ha sido primordial. Rania ha sabido trasmitir la elegancia, el gusto y el saber estar a sus hijos, tal y como vimos durante la celebración del Día de la Independencia. Además de los instantes protocolarios, también hubo momentos para la espontaneidad, como el protagonizado por los Reyes en presencia del sonriente heredero, el príncipe Hussein, y es que Rania es reina, pero una madre orgullosa ante todo.