De concurso a concurso, como de oca a oca, se mueve Filiberto de Saboya en los últimos tiempos. Concretamente: de la versión italiana de Mira quién baila, donde el Príncipe se proclamó el año pasado el rey de la pista, al Festival de San Remo en el que ha dado la nota (musical) pero poco afinada a tenor de los resultados.
El príncipe Filiberto dio el cante (más que cantar) en la 60ª edición del mítico festival de la canción y cayó en la primera criba tras una actuación en el Teatro Ariston en la que no faltaron abucheos. No obstante y aunque el Príncipe no pasó la primera convocatoria, los votos de los telespectadores lo volvieron a meter en esta competición musical.
Finalmente, la canción Italia amor mío, interpretada por Manuel Filiberto, junto al cantante Pupo y el tenor Luca Canonici, quedó en segundo puesto, hecho que generó bastante polémica en la gala del sábado por la noche. Y es que el enfado se reflejó tanto en el público del teatro como en la propia orquesta que llegó a arrojar las partituras al escenario, mientras Antonella Clerici, presentadora del evento, intentaba calmar el ánimo de los presentes.
A pesar del batacazo del príncipe Filiberto, Rania de Jordania puso majestuosidad y el toque de glamour a la cita. Y es que las canciones de esta controvertida edición quedaron en un segundo plano a favor del espectáculo y del mensaje humanitario de una Reina.
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