El juego sin duda es la mayor herramienta de aprendizaje para los niños desde sus primeros meses de vida, y es que se convierte en su mejor vía de desarrollo psicomotor. Según van creciendo los niños nos irán sorprendiendo con su capacidad de inventar historias, situaciones, juegos… por eso, no debemos, en ningún caso, intentar dirigir sus juegos a no ser que sea por motivos de seguridad o el peque se encuentre en alguna situación de riesgo.
El juego simbólico es una forma de jugar que les permite recrear situaciones de la vida cotidiana, de la vida real, con las que se sentirán identificados, imitarán a papá o a mamá o, incluso, podrán imaginar ser quién ellos quieran. Es a partir de los 2 años, o 2 años y medio, cuando se comienza a introducir en los peques el simbolismo en juegos clásicos como es jugar a los médicos, a las cocinitas o a cuidar bebés… Pero, quizás no eres conscientes de todos los beneficios que les aporta el juego simbólico. Te los contamos.
¿Los niños deberían jugar con muñecas y las niñas con coches?