La infertilidad o la dificultad para concebir un hijo de forma natural puede deberse a múltiples factores, como la anovulación (la ausencia de reglas en la mujer), la presencia de miomas, la endometriosis, entre otras afecciones relacionadas con el aparato reproductor, tanto femenino como masculino, si bien la causa más común asociada los problemas de fertilidad es la edad, especialmente en el caso de la mujer. Partiendo de que habría que analizar cada caso concreto, es muy importante tener en cuenta la alimentación, pues una correcta nutrición es clave para lograr el embarazo.

“Una dieta equilibrada y rica en nutrientes específicos puede tener un impacto profundo en la fertilidad”, afirma la Dra. Marta Sánchez-Dehesa, especialista en fertilidad y jefa del equipo de ginecología en HM IMI Toledo. “Al prestar atención a nuestra alimentación, no solo estamos aumentando nuestras posibilidades de concebir, sino que también estamos estableciendo las bases para la salud a largo plazo de nuestra descendencia”, subraya.

¿Cómo influye la alimentación en la fertilidad?

Que la alimentación influye en la fertilidad es ya un hecho probado. En este sentido, la Dra. Sánchez-Dehesa, indica que recientes investigaciones han arrojado luz sobre cómo una alimentación adecuada puede mejorar significativamente las posibilidades de concepción, tanto para hombres como para mujeres. Básicamente, los alimentos que ingerimos y sus nutrientes afectan directamente a las hormonas, que son esenciales en la salud reproductiva.

Teniendo en cuenta que la nutrición desempeña, en consecuencia, un papel clave en las probabilidades de concebir un bebé, ¿qué debemos ingerir y qué no? La especialista en fertilidad, que trabaja también en programas de asesoramiento nutricional de cara a la consecución del embarazo, indica que las grasas insaturadas, los granos enteros, las proteínas vegetales y los lácteos enteros han demostrado tener efectos beneficiosos.

Así, entre los alimentos con grasas insaturadas o saludables, se encuentran el aguacate, las nueces, el atún o el aceite de oliva, por ejemplo; entre los ricos en proteínas vegetales, podemos citar las legumbres en general, los frutos secos y los cereales.

Añade, además, la necesidad de que los alimentos que ingerimos sean ricos en vitaminas y minerales como el ácido fólico, el zinc, el selenio y las vitaminas E y D, pues juegan roles cruciales en la mejora de la salud reproductiva.

• Alimentos con ácido fólico: guisantes, fruta cítrica (naranja, pomelo, mandarina…) y hortalizas de hoja verde (espinacas, acelgas, berro, lechuga...)
• Alimentos con zinc: carnes rojas, carnes de ave (pollo o pavo), mariscos y ostras.
• Alimentos con selenio: el huevo, el ajo y, de nuevo, carnes rojas y pescado
• Alimentos con vitamina E: nueces, hortalizas de hoja verde y semillas
• Alimentos con vitamina D: pescados grasos (el salmón, la trucha o la caballa), si bien la mejor fuente natural de vitamina D es el sol, por lo que no habrá nada mejor al respecto que dar un paseo diario al aire libre.

¿Qué debemos evitar en nuestra dieta si queremos lograr el embarazo?

Del mismo modo que algunos alimentos aportan nutrientes clave que son necesarios para la concepción de un bebé, hay otros productos que, por el contrario, pueden tener efectos negativos en la fertilidad. Entre ellos, la doctora destaca el consumo excesivo de alcohol, cafeína, azúcares refinados y carnes procesadas, cuya ingesta se ha asociado con una disminución en la capacidad reproductiva. En consecuencia, la jefa de Ginecología recomienda moderar el consumo de estos productos para aquellos que buscan concebir.

Siguiendo estas recomendaciones en la dieta, no solo mejoran las posibilidades de concepción en las mujeres o en las parejas que estén buscando un hijo, sino que también contribuyen a un embarazo saludable y al bienestar del futuro bebé.