En cena navideña©GettyImages

Psicología

El reto de las comidas navideñas para menores con Trastorno de la Conducta Alimentaria

¿Cómo viven estos encuentros especiales en los que hay abundante comida? ¿Cómo deben gestionarlos para no recaer o empeorar su situación?

Anorexia, bulimia, trastorno por atracones… Para aquellos menores que padecen algún Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), las comidas o cenas navideñas, en las que suele haber cantidades copiosas de comida, es un verdadero reto que les provoca “estrés, malestar y mucho miedo”, tal y como nos confirma Montse S. Povedano, psicóloga clínica experta en TCA y fundadora y directora de eãtica. “Las personas con trastorno alimentario se sienten abrumadas, siendo una época especialmente sensible a las recaídas o agudización de los síntomas alimentarios”.

Experiencias de lo más comunes en la mayoría de los hogares, como pueden ser “el reencuentro de la familia, las comidas en compañía de familiares y amigos más allá del núcleo familiar más íntimo, la exposición abundante a la comida, la continuidad de días festivos con la abundancia de comidas que supone y las largas sobremesas”, son situaciones muy difíciles de gestionar para estos menores. “La Navidad es una época de intensidad emotiva, que presupone, especialmente a los más jóvenes, un sentimiento positivo difícilmente asumible” cuando se padece un trastorno alimentario. “Ese espíritu navideño que nos sugieren las películas, redes sociales y otros canales de comunicación entra en jaque con una preocupación excesiva por mantener el control sobre el cuerpo y la comida”, explica Povedano.

Así viven los menores con TCA las comidas y cenas navideñas

Entre las emociones que sienten los menores con TCA especialmente en las comidas o cenas de reencuentros propias de estas fechas, pero en general en todas las Navidades, en las que prácticamente “todo se celebra comiendo”, se encuentran las siguientes:

-Ansiedad

“Ciertamente, entre otras emociones negativas, la ansiedad es una de las principales. Pensemos que son personas con una gran necesidad de control; control que focalizan especialmente en torno a su cuerpo y la comida y todo lo que representa la comida, o sea, horarios, vajilla, disposición de la mesa, número de platos, raciones y, como no, del tipo de alimentos y cocciones. En Navidad este esquema cambia totalmente. Justamente nos esforzamos por pensar en una comida diferente, original, con cocciones más elaboradas, más platos, más comensales… Es una situación que se vive con sentimiento de caos, descontrol y máxima inseguridad”, detalla la experta en trastornos de conducta alimentaria.

A esto hay que añadir otra cuestión que suele pasar desapercibida para muchos adultos que no han tenido o que nunca han convivido con alguien con alguno de estos trastornos: ciertos comentarios inofensivos sobre el aspecto de los niños y adolescentes. “El encuentro con muchos miembros de la familia, la exposición a comentarios de todo tipo, muchos sobre el cuerpo, especialmente hacia los menores, sujetos a cambios corporales rápidos y sorprendentes, puede incomodar y cuestionar la seguridad sobre su propio aspecto”, advierte Montse Povedano.

-Sufrimiento

La ansiedad acaba derivando en sufrimiento. La realidad es que la comida es casi el centro de los reencuentros entre familiares y amigos en esta época del año, lo que genera ciertos comportamientos en menores que padecen un TCA que pueden resultar incomprensibles para el resto: “su conducta durante la comida puede estar especialmente alterada y llamar la atención del resto de comensales, con el consiguiente estrés que ello supone”. Pero generalmente no queda ahí, pues “a esto se une las largas sobremesas con exposición continuada a alimentos más calóricos y temidos, con la mayor dificultad para poner en marcha mecanismos de reducción de la ansiedad como puede ser el uso del ejercicio físico o la compensación de la dieta”. El resultado es que “todo ello conduce a estos pacientes a incrementar su nivel de estrés y ansiedad, aumentando frecuentemente la conflictividad con la familia y las muestras de sufrimiento”.

Dulces navideños©GettyImages

Cómo ayudar a los menores con TCA a sobrellevar mejor las comidas navideñas

Para ayudar a quienes tienen algún trastorno de conducta alimentaria, es importante conocer una serie de pautas que deben seguir, más que los propios menores afectados, las personas que están a su alrededor en los reencuentros navideños con comida de por medio. Son estas:

  • No hablar sobre el aspecto corporal: “algunos comentarios acerca del cuerpo fomentan el culto al cuerpo y un ideal de belleza no realista. Confundimos delgadez con belleza y salud”. Esto puede tener repercusiones en los menores con TCA, por lo que “es preferible no hacer comentarios sobre el cuerpo, no decir ‘has adelgazado o engordado’, sino preguntar sobre cómo estás o comentar qué alegría que te da esa persona”, aconseja la psicóloga clínica, que subraya la necesidad de tener especial cuidado en comentarios como ‘qué guapa estás’; si se quiere hacer un cumplido, serán mucho mejor recibidos otros como “‘qué sonrisa tan bonita’, ‘qué alegría desprenden tus ojos’ o ‘qué bien te sienta el color de este vestido’”, apunta. En cualquier caso, siempre se puede optar “sencillamente, por no hacer comentarios corporales, sino decir qué alegría que estés con nosotros, me encanta escucharte, me gusta la calma o la energía que trasmites’”...
  • Evitar hacer comentarios sobre el tipo de comida: “si engorda, si es más liviana, si tiene tantas calorías... o comentarios como ‘qué importa lo que coma si luego no cenaré o mañana lo quemaré en el gimnasio”.
  •  “No quites importancia si alguien te dice que le cuesta alguna comida”, recomienda Povedano. “Si ves bloqueada a una persona en un plato, saca un tema de conversación que no tenga que ver con la comida”.
  • No observar al afectado mientras ingiere la comida: “si sabes de alguien que tenga un trastorno alimentario no la observes mientras coma. Agradecerá sentirse una más en la mesa”.
  •  Procurar no pasar mucho tiempo de sobremesa con comida delante: Lo adecuado es “hacer actividades en sustitución de una larga sobremesa (juegos de mesa, representaciones, ir al teatro o al cine…)”.
  • Eludir tener al alcance comida navideña para rehuir las tentaciones, “aunque para pacientes con anorexia es un logro que puedan comer fuera de lo pautado”.
  • Evitar comidas de tipo buffet. “Mejor hacer comidas sentadas con la estructura habitual de primero, segundo y postre”.
  • Hacer que todo el mundo se sienta a gusto. “Unificar el menú para todos y evitar conflictos en la mesa”, así como “propiciar un ambiente distendido”, será de gran ayuda para todo menor con un Trastorno de la Conducta Alimentaria.
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