Mujer embarazada masajeando pecho©AdobeStock

Lactancia

Te contamos cómo se hace la extracción prenatal de calostro

Es bastante habitual que las embarazadas produzcan leche materna en sus últimas semanas de embarazo. Esta primera leche recibe el nombre de calostro y contiene numerosos beneficios para el bebé, por tanto, ¿cómo podemos extraerla y guardarla hasta su nacimiento? Te lo contamos.

El calostro es la primera leche que genera la madre para el bebé, y que se produce durante las últimas semanas de embarazo y los primeros días después del parto. El calostro también es conocido como ‘oro líquido’, ¿por qué? Debido a todas las propiedades y beneficios que contiene para el recién nacido, ya que, principalmente, está compuesto de inmunoprotectores, grasas e hidratos de carbono. “El calostro es una sustancia densa y amarillenta que contiene una gran cantidad de nutrientes y otros componentes importantes para el recién nacido”, nos cuenta Paula Zavala Rodríguez, enfermera en Soulbaby Center (@soulbaby_center) y especialista en lactancia, y las funciones más importantes que cumple, según nos continúa explicando la enfermera, son:

  • Es rico en una variedad de nutrientes esenciales, incluyendo proteínas, vitaminas liposolubles A y E, carotenos, y una combinación de minerales como el zinc, potasio, cloro y sodio.
  • Confiere protección inmunológica, es decir, contiene anticuerpos y otros componentes inmunológicos (especialmente IgA), que ayudan a proteger al recién nacido de enfermedades e infecciones.
  • Ayuda en la eliminación del meconio, ya que el calostro tiene un efecto laxante que ayuda al recién nacido a eliminar el meconio, las primeras heces que se acumulan en el intestino.
  • Recubre el intestino, lo que ayuda a prevenir la adherencia de patógenos dañinos. Además, el calostro estimula el cierre de las paredes intestinales, lo que reduce la permeabilidad intestinal y ayuda a prevenir la entrada de sustancias dañinas al torrente sanguíneo. También favorece la peristalsis intestinal y ayuda a prevenir la hiperbilirrubinemia.

¿Qué hacer si producimos calostro antes de dar a luz?

Es especialmente extraño para algunas embarazadas, sobre todo para las primerizas, ver como sus pechos comienzan a producir leche materna antes de que nazca el bebé, pero lo cierto es que es más normal de lo que pensamos.

Es muy habitual que las mujeres comiencen a notar la presencia de calostro antes del parto. Este fenómeno es completamente normal y es una señal de que el cuerpo se está preparando para la lactancia. El calostro es producido debido a los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo y es una respuesta natural del cuerpo”, indica la enfermera.

Se suele recomendar conservar esa leche y guardarla para cuando nazca el bebé debido a todas sus propiedades, tal y como hemos comentado anteriormente. Pero, ¡cuidado!, porque la extracción prenatal del calostro no está indicada en todos los casos. Cuando sí es muy recomendable hacerlo es en “situaciones susceptibles de separación mamá-bebé como una cesárea programada, en casos de dificultades en lactancias anteriores o cuando se dan las siguientes patologías: diabetes gestacional, preeclampsia, síndrome de ovarios poliquísticos u obesidad, bebé PEG (pequeño para la edad gestacional) o CIR (crecimiento intrauterino retardado) o prematuros, entre otras”, detalla la experta en lactancia.

Jeringuillas con calostro©AdobeStock


Cómo realizar la extracción de calostro

Aunque siempre se debe valorar cada caso de forma individualizada, se recomienda que la extracción del calostro comience en la semana 36 de embarazo y que las extracciones sean cortas y se realicen a lo largo del día. “Por ejemplo, con tres veces al día y cinco minutos en cada pecho, puede ser una buena opción”, indica la enfermera. Y nos explica cómo realizar la extracción paso a paso de la forma correcta:

  • Aplicar calor con una ducha de agua caliente o con paños calientes antes de la extracción. Esto facilitará el proceso gracias a la vasodilatación de los conductos.
  • Realizar una higiene y lavado de manos adecuada con agua y jabón suave.
  • Favorecer la producción de oxitocina (hormona que se encarga de eyectar la leche), es importante. Esto se puede conseguir experimentando sensaciones placenteras, como: escuchar una música suave y emotiva, visualizar fotos de otras mujeres amamantando a sus bebés… etc.
  • Realizar un masaje suave y sin hacer fuerza sobre el pecho para favorecer la salida del flujo de leche.
  • Colocar un recipiente limpio debajo del pecho para recoger el calostro.
  • Terminar con la extracción manual de calostro. Y en este punto, es importante recordar que la extracción manual de calostro debe realizarse con cuidado y no debe de ser un procedimiento doloroso. Si es el caso, es recomendable consultar con un especialista en lactancia.

Cómo almacenar el calostro para después ofrecer al bebé

Algo muy característico del calostro es que no es muy abundante y solo dura los primeros días posparto, entonces será cuando llegue la conocida ‘subida de la leche’ y esta cambie tanto en su forma como en su composición. “Al principio se puede almacenar el calostro extraído en jeringas de 1 ml y, a medida que se va extrayendo mayor cantidad, las jeringas pueden ser de 5 o 10 ml. Realizaremos un correcto etiquetado de las mismas, con la fecha y hora de extracción, y, posteriormente, introduciremos todas las jeringas en una bolsita transparente para meterlas directamente en el congelador”, dice la experta.

Cuando el bebé nazca, o te dispongas a ir al hospital para dar a luz, las jeringas se deben transportar en una nevera portátil con placas de hielo en su interior, y “una vez llegues al hospital pedir al personal sanitario que las conserven en congelador”. A la hora de descongelarlas, lo mejor será que se haga en una temperatura ambiente, “pero en caso de no ser posible, podemos descongelarlas introduciéndolas debajo de agua caliente. Y, sobre todo, antes de manipular y ofrecer el calostro al bebé, hay que asegurarse de tener una buena higiene de manos”, advierte la experta.

Una vez tenemos el calostro preparado para ofrecer al bebé, lo más recomendable, según la asesora de lactancia, es utilizar el llamado método dedo-jeringa, que “se basa en introducir la jeringa por la comisura del labio del bebé y, a la vez el dedo, para que pueda succionar a través de él. De esta manera evitamos confundir al bebé con tetinas y que la succión sea lo más parecida al pecho materno”, para que después, a la hora de ofrecer el pecho, no exista ningún problema o complicación con el agarre.

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