Se hablaba de crisis, de divorcio inminente, de que el amor se les había terminado un año después de su boda, pero nada más lejos de la realidad. Una imagen sigue valiendo más que mil palabras y, aunque ya desmintieron todos los “maliciosos” comentarios hace unos días, han decidido que la mejor respuesta es un ataque de “complicidad” en toda regla. Es cierto que debido a lo apretado de sus agendas Katy Perry y Russell Brand pasan mucho tiempo separados, pero de ahí al divorcio hay un trecho.
De momento ellos le han puesto al mal tiempo, o más bien a las noticias alarmistas, buena cara y han reaparecido en la alfombra roja de la tercera cita de la iniciativa Change Begins Within Benefit, puesta en marcha por la fundación de David Lynch. En la cita se recaudaron fondos para enseñar meditación transcendental, una técnica que está comprobado que reduce el estrés en estudiantes, veteranos que sufren el síndrome post-traumático, indios americanos y personas sin hogar.
Katy y Russell no escatimaron en arrumacos, sonrisas, miradas robadas, abrazos… ella estrenaba peinado con un nuevo corte de pelo con sus ya habituales mechas rosas y Russell no dejaba de mirarla y seguramente decirle lo guapa que estaba. Su actitud no casa con lo que de ellos se dice y además en el show de Ellen DeGeneres, Brand aseguró que está encantado de tener al lado a la cantante y habló del futuro de su matrimonio. “Estoy felizmente casado. Me gustaría tener un bebé. Me encantan los recién nacidos, son muy monos en ese momento”. Quizá en 2012 se haga realidad su deseo…
)
)
)
)
)
)
