La pareja disfrutó de una cena privada en uno de los restaurantes de la capital
Madonna tenía un objetivo claro cuando desembarcó de un avión hace unos días en Brasil: recaudar fondos y encontrar apoyos para su fundación humanitaria Raising Malawi, que tantos proyectos ha puesto en marcha en el país africano a favor de los más desfavorecidos. Sin embargo, durante su estancia en el país natal de su novio ha tenido tiempo de mucho más.
Entre sus reuniones de “trabajo” tuvo un encuentro con el empresario Eike Batista, uno de los millonarios más importantes de Brasil, Sergio Cabral, gobernador de Río de Janeiro, y Eduardo Paes, alcalde de la citada ciudad. Se habría visto además con la primera dama de Brasil, Marisa Leticia, esposa del presidente Lula da Silva. Con ellos podría haber estudiado la posibilidad de invertir sus esfuerzos humanitarios también en Brasil, para lo que se dice habría visitado algunas de las zonas de favelas más deprimidas de la capital.
Pero cuando terminan los “negocios” quedan siempre momentos libres para relajarse y disfrutar de la gastronomía típica y conocer la cultura. ¿Qué mejor cicerone que su propio novio Jesús Luz? Él la llevó a un conocido restaurante en el que, en lugar de probar la gastronomía típica de la zona, eligieron la comida japonesa y, lo que es más importante, se dice que también le presentó a sus padres. Y es que, tras casi nueve meses de relación, se conocieron en febrero, lo suyo va viento en popa. ¿Sonarán campanas de boda como dicen los rumores?