Que la música de Enrique Iglesias y él mismo levantan pasiones es algo que todo el mundo sabe. Y es que una verdadera fan está dispuesta a lo que sea por su ídolo: esperar horas a las puertas de un estadio para verle e incluso obligar a sus vecinos a compartir la pasión por su voz. Eso es lo que hicieron Paula Green y Carla, una madre y una hija inglesas, que acaban de ser multadas por poner demasiado altas las canciones del español.
Sus vecinos aseguraban que la calle parecía un "club" de día y de noche e incluso, la mujer que vive justo al lado dijo que su hija había tenido que cambiarse de habitación debido al atronador ruido. La defensa de las dos seguidoras del cantante alegó en el juicio, sin embargo, que sus aparatos de radio y televisión no podían generar un volumen tan elevado como el que se denunciaba.
Pero finalmente el desmesurado volumen (decían que se escuchaba en 100 metros a la redonda), tuvo su consecuencia y el juez les impuso sendas multas de diferente cuantía: la madre, de 38 años, tendrá que pagar 505 libras (casi 550 euros), mientras que la hija, de 18 años, abonará sólo 190 libras (casi 205 euros).