En estos días previos a Halloween, los artistas han hecho gala de su imaginación y sentido del humor luciendo todo tipo de disfraces: tradicionales como los de los actores Leonardo DiCaprio, Frankenstein, y Courtney Cox, bruja, e inesperados como los de Gwen Stefani, huevo frito, y su marido Gavin Rossdale, bacon. Sin embargo, seguramente ninguno de ellos acaparó tantas miradas como Mariah Carey y su marido Nick Cannon que consiguieron reinventar, sobre todo la diva, el típico traje de bombero.
La pareja, que se ha convertido en inseparable desde su enlace, llegó a una fiesta de disfraces en Nueva York en un vehículo totalmente acorde con su caracterización: un camión de bomberos. Subidos en la trasera, Nick llevaba el traje completo, chaquetón, pantalón reflectante y casco protector, pero su esposa decidió darle un toque personal a su conjunto, "escondiendo" bajo el chaquetón un bikini rojo y medias a juego.
La diva ha mostrado también su atractivo y esbelta figura en su nuevo videoclip, un tema que lleva por título I stay in love en el que interpreta a una vedette de Las Vegas. En esta ocasión ha sido su marido el que se ha puesto detrás de la cámara para dirigirla en esta historia de desamor.