La celebración del día de la independencia de Colombia unió puntos opuestos del globo en un grito unánime por la paz. Desde París hasta Leticia, capital situada a kilómetros al sur de Bogotá, en la frontera de Brasil, Perú y Colombia, la petición por el final del conflicto con las guerrillas y la liberación de los rehenes fueron protagonistas del mensaje. Encabezando los actos en la ciudad de la luz, estaba Ingrid Betancourt cuya experiencia, tras permanecer secuestrada seis años, se ha convertido en símbolo de la esperanza y la lucha por la supervivencia.
Flanqueándola y poniéndole música a la causa, estuvieron más de treinta artitas internacionales entre los que destacaron Miguel Bosé, cuyo compromiso con el tema ha llevado al presidente colombiano, Álvaro Uribe, a concederle recientemente la nacionalidad de su país, y Juanes. Rodeándoles estaban 10.000 personas, cifra que se elevó hasta el doble al otro lado del Atlántico, donde Carlos Vives y Shakira se subieron a un escenario "escondido" por 30.000 claveles blancos.
La de Barranquilla, ante la atenta mirada de los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, Brasil, Luiz Inacio da Silva, y Perú, Alan García, se mostró clara y rotunda: "Somos hermanos, queremos pedirles a aquellos que se alzan en armas, que se liberen ellos mismo de su propio secuestro, ellos también están secuestrados en las tinieblas de la selva... Desmovilícense. Hoy es un día histórico
nos unimos, unimos nuestras voces en un solo grito: libertad para los colombianos".