A pesar de las críticas y las amenazas de diversas organizaciones humanitarias de personarse en los tribunales de Malawi para bloquear la adopción, Madonna consiguió anoche su último objetivo: reunirse con el pequeño Davie. El bebé de treces meses que han adoptado la cantante y su marido voló en un avión privado de la capital malauí a Johannesburgo (Suráfrica) y de ahí al Reino Unido, donde aterrizó en el aeropuerto de Heathrow cerca de las 5.30 horas de la madrugada (hora de Londres).
Pasaporte malauí y visado estadounidense
El pequeño viajaba acompañado de una niñera y cuatro guardaespaldas enviados por la cantante para proteger al bebé. Un funcionario del aeropuerto de Lilongwe comentó que Davie abandonó el país con un pasaporte malauí (uno de los requisitos por los que la cantante no pudo llevarse al bebé el pasado viernes cuando regresó al Reino Unido) y un visado estadounidense.
Madonna y su marido, el cineasta Guy Ritchie, ha recibido la custodia provisional de Davie por parte de un tribunal de Malawi. El bebé ya tiene su pasaporte y un visado que le permitirá viajar fuera de Malawi. Esta adopción provisional permite tener la custodia del bebé a Madonna y su marido durante 18 meses, tiempo durante el cual será evaluada la petición de adopción presentada por la artista por los tribunales malauíes de acuerdo a las leyes del país africano. Está previsto que el bebé se reúna con su nueva familia en las próximas horas. No hay más información disponible sobre este tema por el momento". Así rezaba el comunicado difundido ayer por la discográfica de la diva pocas horas antes de que Davie iniciara su viaje a su nuevo hogar.
Madonna, de nuevo al gimnasio
Mientras, la cantante volvía a su rutina diaria en Londres. A primera hora de la tarde se le vio saliendo de su casa con ropa deportiva rumbo a su gimnasio para asistir a su clase de pilates.