Rosa se ha subido simultáneamente al carro del éxito y al de la modernidad. La cantante granadina, que durante su estancia en la Academia de Operación Triunfo sufrió una profunda transformación personal y física, sigue llamando la atención en cada aparición por sus continuos cambios de imagen. Hace tan sólo unos días la veíamos con las puntas de color rojo en la boda de su hermano, ahora ha vuelto a sorprender con una larga coleta postiza.
La joven apareció así de guapa en la presentación en Barcelona de su gira musical en solitario, que le llevará a recorrer numerosos escenarios durante aproximadamente cuatro meses. El pistoletazo de salida será el próximo día 12 en la Plaza de Toros de Córdoba y se prolongará durante todo el verano y parte del otoño hasta el próximo mes de octubre. Como era previsible, las entradas del concierto que ofrecerá en Granada el día 16 se agotaron poco después de salir a la venta -de los casi 60 conciertos, Rosa paseará su voz por varias localidades de la provincia como Motril, Baza y su Armilla-.
Habrá algunas sorpresas
"Me siento muy bien en mi Granada, pero tengo ganas de ir a todas, porque en cada sitio donde voy me siento en familia, como si fuera de allí", ha afirmado. De hecho, el trabajo sigue sin asustarle: "aunque coma mucho, con este trajín no se puede engordar. Esta gira me va a dar mucha experiencia y, sobre todo, más tablas en el escenario. Rosa, que cantará canciones de su disco "aunque habrá sorpresas, como algunas de las canciones de Operación Triunfo que más me gustaron y que he sentido en mi corazón", estará arropada por ocho músicos, dirigidos por Alberto Estébanez, y cuatro bailarines con coreografía de Javier Castillo, Poti. Para la ocasión, se ha diseñado un escenario "elegante y vanguardista" basado en una estructura tridimensional que cuelga del centro del escenario, combinada con una potente iluminación y 70 mil vatios de sonido.
En el mismo hotel que el resto del equipo
Tan auténtica y sencilla como siempre, declaró que durante los 100 días de su gira prefiere "convivir en el mismo hotel con el resto de músicos y técnicos. Lo único que pido es mi vasico de tomillo y miel" y volvió a reiterar la falta de celos profesionales entre los compañeros de la Academia: "No pienso en celos profesionales ni nada de eso, porque he vendido 500 mil copias, y sólo con que hubiera vendido 50 mil ya habría pensado que era lo más grande que podía pasar".