Después de tantos meses en las pequeñas pantallas de televisión de millones de espectadores, Rosa empieza a conocer el precio de la fama. La representante española en Eurovisión ha tenido que comparecer antes los tribunales debido a que la Academia de Operación Triunfo ha demandado a la empresa Kamel Dermofarmacia por presunto incumplimiento de contrato en un anuncio publicitario de un producto adelgazante que usa la imagen de Rosa.
Nadie pidio el consentimiento a Rosa para usar su imagen
La campaña en la que aparece el mensaje "el secreto a voces de la nueva figura de Rosa", con una imagen de la joven cantando, ha sido demandada por los miembros de la Academia y no por la propia Rosa. Según fuentes judiciales, la joven granadina se negó a estar vinculada con la demanda interpuesta por la Academia en el juzgado de Primera Instancia de Barcelona porque nadie le había informado del contrato, cuyas negociaciones se iniciaron en el mes de abril, y ni siquiera le habían pedido su consentimiento para utilizar su imagen en una campaña publicitaria. Además según las citadas fuentes, Rosa señaló que no conocía el producto y que ella jamás lo había probado. Ante tanto revuelo, el abogado de la Academia, Javier Val, quiso aclarar que "Rosa tiene cedidos derechos a la Academia y considera que sus intereses están bien tutelados".
Javier Val afirma que en la demanda, que se presentó el pasado 17 de mayo, se solicita la suspensión de la campaña publicitaria del producto Fibrinos y reclama una indemnización por daños y perjuicios debido a que tres de las condiciones expuestas en el contrato con la distribuidora Kamel Dermofarmacia "no se han cumplido". "Se pedía un certificado médico que garantizara la inocuacidad del producto, el precio de venta y que Rosa diera su consentimiento", manifestó Javier Val.
Tras la comparecencia de Rosa ante el juez, se trasladó al aeropuerto para coger un avión a Elche donde continuaba su gira con los chicos de Operación triunfo.