Rosa se ha enfrentado a su segunda toma de contacto con el escenario del Saku Suurhall con aplomo y ganas de demostrar que su voz es la de siempre. El pasado lunes, el cansancio y la fatiga habían hecho mella en la joven por lo que no pudo estar al cien por cien de su capacidad.
Hoy miércoles, día en el que la delegación española volvía a ensayar -se van alternando los países, doce un día y doce el siguiente- Rosa y su coro -Chenoa, Bisbal, Bustamante, Gisela y Geno- se han mostrado más centrados y más coordinados. Y esto lo demuestra el hecho de que han podido cantar cuatro veces durante el tiempo establecido para el ensayo -unos veinte o veinticinco minutos por país-, mientras que la primera vez sólo cantaron dos veces. Y es que, además de la pequeña indisposición de Rosa con su voz, ya zanjada por completo según ha quedado hoy patente, hubo que hacer varios cambios de coreografía a causa del diseño y la estructura del escenario.
Derroche de voz y simpatía
En el ensayo de hoy - el viernes habrá otro, en esta ocasión con el vestuario que lucirán el día de la gala. Esa misma noche será el primer ensayo general con público y el sábado por la mañana el último ensayo general- Rosa ha derrochado voz echando por tierra los comentarios difundidos en varios medios de que padecía una afonía. La joven cantante ha estado pletórica de facultades y ha recibido la ovación de las decenas de periodistas y fotógrafos presentes, además del entusiasmo de numerosos eurofans que han viajado hasta Estonia. Como curiosidad, destacar que las chicas, Chenoa, Gisela, Geno y Rosa han utilizado el mismo calzado que usarán el sábado con el fin de acostumbrarse a llevar tacones altos en el escenario.