Con ellos el éxito está asegurado. Allá donde van, arrasan. Lo han hecho en grupo, y ahora, también, lo hacen en solitario. La escalada hacia el triunfo no ha podido dar mejores resultados, y es que los implicados en esta Operación han protagonizado un fenómeno social y musical inédito en la historia de España.
Cuatro, de los dieciséis, han sacado al mercado sus discos y, en cuestión de días, se han situado en la cima de las listas de ventas. Primero fue Natalia, con No soy un ángel, y su disco de oro, y después vinieron Nuria Fergó, Manu Tenorio y Chenoa, que presumen ya del de platino.
Todo esto teniendo en cuenta que aún no han salido los elepés de los tres ganadores del concurso, los grandes favoritos. El lunes debuta Rosa y, visto lo visto, los resultados de la granadina pueden ser espectaculares. Quizá nuestra representante en Eurovisión se estrene con el diamante.
Gisela, Alejandro y Fórmula Abierta publicarán sus respectivos trabajos el 6 de mayo, y el 15 tendremos el disco de Bustamante, del que, según sus propias palabras, "todas las piezas son candidatas a ser sencillos".
Verónica, Naím y Juan se esperarán a junio, y David Bisbal aún no ha concretado la fecha exacta en la que sacará su esperado repertorio.
Si las cosas marchan como hasta el momento, tendremos un verano que sonará al ritmo de los chicos triunfo, los dieciséis protagonistas de una operación que ha superado todas las expectativas.
Un caché millonario
Tanto trabajo empieza a dar sus frutos. El caché de este grupo de jóvenes se ha multiplicado considerablemente e ingresan por sus actuaciones cifras similares a las de los artistas más destacados de nuestro país.
Una vez más, Rosa es la número uno. La granadina más internacional gana 60.000 euros por actuación, la misma cantidad que registran cantantes de la talla de Rocío Jurado, Isabel Pantoja y Joaquín Sabina. A Rosa le siguen Bisbal y Bustamante, con 48.000 euros cada uno, Chenoa y Manu Tenorio, con 33.000, y Nuria Fergó, con 27.000 euros.
Los chicos más populares del momento llevan un ritmo de trabajo frenético, tanto que alguno de ellos ha sufrido una crisis de agotamiento, pero ese es el precio que deben pagar, según Gestmusic, por la oportunidad única que están viviendo.