Exultante, feliz y algo nerviosa compareció Rosa en su primera rueda de prensa desde que se supo que ella es la elegida por el público para representar a España en el próximo festival de Eurovisión. La granadina, que abandonó por primera vez el hogar familiar para incorporarse al programa de televisión Operación triunfo, vive ahora una frenética carrera para que nada falle el próximo 25 de mayo.
Rosa explicó como está viviendo la experiencia que le ha cambiado la vida: "Todavía no lo tengo asimilado. Estoy en el limbo y con la mente en blanco". La joven viajará mañana a Nueva York para grabar una canción con un coro de 200 intérpretes Gospel en una iglesia del Harlem y el lunes ya estará de regreso para comenzar a trabajar en el que va a ser su primer disco en solitario.
Una grabación que se mantiene en el más absoluto secreto aunque Rosa desveló que su compañero David Bisbal la acompañará en un dueto. Si su carrera hacia el éxito no fuera como espera, Rosa tiene claro que hacer en un futuro: "si no sirvo para esto abriré un asador de pollos, como hizo mi madre, y me pongo de dependienta. No se me caerán las uñas ni las manos ni ná". Con su habitual desparpajo y sentido del humor, aseguró que se está preparando para hacer el mejor papel posible en Eurovisión y añadió que le gustaría que sus compañeros le hicieran los coros cuando interprete en el certamen Europe´s living a celebration.
La granadina con una imagen más sofisticada y elegante -lucía un favorecedor traje de raya diplomática- no olvidó su simpatía y naturalidad y cuando le preguntaron cuál creía que era el secreto del éxito, dijo: "ser uno mismo" .