Vestido en seda flocada con estampados de flores, diseño de la colección de Alma Aguilar.
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Tras cinco días de presentaciones, en las que se mostró de primera mano la
moda que se llevará durante la temporada de primavera-verano 2007, la 44ª
edición de Pasarela Cibeles llega a su fin. La primera en presentar sus
colecciones en esta jornada de clausura, que tiene como plato fuerte la
entrega de los Premios L’Oréal a la ‘mejor modelo’ y al ‘mejor diseñador’,
ha sido Alma Aguilar. La diseñadora madrileña volvía a estos desfiles tras
cinco años de ausencia.
Para sus propuestas de primavera-verano 2007, se decanta por unas líneas de
corte ‘retro’, sobre todo tomando como referente la elegancia de los años
50, y siempre con la premisa de la femineidad como bandera. Comenzó su
desfile con una serie conjuntos en color blanco, compuestos por chaquetas
entalladas o boleros, cuerpos muy livianos con adornos en la pechera y
faldas que bien se presentan en línea ‘A’ o de corte lápiz. Después, fue
incorporando poco a poco pinceladas de color (rosa, verde, visón, gris...),
pero en todo momento con acabado empolvado o antiguo, y terminó su desfile
con impresionantes vestidos de noche con estampados en tonos marrones y
destellos metalizados. En esta colección, en la que se juega con el
contraste de texturas, se proponen talles muy elevados, cinturones anchos
para marcar la cintura y mangas ablusadas que aportan volumen extremo al
conjunto.
José Miró
Aguilar volvió a Cibeles en un desfile compartido. Es decir, pocos minutos
después de su presentación llegó el momento de conocer otras propuestas, en
esta ocasión, del mallorquín José Miró. Una vez más, este genio de la moda
más arquitectónica volvió a arrancar los aplausos del público
Sus propuestas para primavera-verano 2007 (bajo el título Belle Me e
inspiradas en la pintura de finales del siglo XIX) buscan resaltar la
belleza femenina de forma muy especial, tal y como él mismo apunta: “La
colección quiere recrear la tranquilidad y la felicidad e invitar al
intimismo, embellecer lo interior, a través de lo exterior, a quien se deje
envolver por esas piezas creadas en tejidos naturales para hacer olvidar que
uno está vestido”.
Su diseños se fruncen y anudan y dejan entrever el cuerpo de la mujer.
Destacan la combinación de materiales y, una vez más, su capacidad para
trabajar el denim con suma maestría. Sorprendieron sus adornos de oro
(obra del joyero artesano Jorge Pohlmann) al más puro estilo de diosa de la
mitología clásica, y sus tocados de largas plumas.
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