Su universo creativo crece y crece sin límite aparente. Si el año pasado creaba una segunda línea, bajo el nombre ‘Fandeduyos’, este diseñador madrileño bautiza en Pasarela Puerta de Europa su primera colección de moda nupcial. Tal y como él precisa, este debut está caracterizado por la fusión de dos conceptos: ‘ironía’, de nuevas formas, y ‘mezcla’, de tejidos. Con este propósito, presenta unas creaciones que recogen líneas ‘sesenteras’ y ‘setenteras’, colores vintage y texturas contrastadas o en patchwork. Cabe destacar, además, la combinación de sus vestidos con cárdigans y chaquetas de punto, y con largos collares de múltiples abalorios: pompones, perlas...
Para 2008, esta diseñadora de Ciudad Real juega con tres líneas muy diferentes: por un lado, presenta trajes de novia de corte imperio en tejidos muy vaporosos; por otro, diseños en dos piezas con contrastes entre el cuerpo, que se presenta encorsetado, y las faldas, con gran volumen; y, por último, creaciones con detalles muy tradicionales de la mujer española, como son, por ejemplo, la mantilla y la peineta. No obstante, en general, destacan el uso de encaje, flores en relieve o reproducidas en bordados y llamativos detalles, como tejidos metalizados en plata.
Fue el encargado de inaugurar la tarde de esta Pasarela Puerta de Europa. En esta ocasión, el diseñador madrileño, que con esta colección entra a formar parte del grupo nupcial Novissima, presenta una novia atrevida, que seduce con vestidos o dos piezas que marcan mucho la cintura, pronunciados escotes, adornos en forma de lazos que marcan el talle y brillan gracias al uso de bordados de cristal y strass. Por otra parte, las faldas se proponen con largas colas, amplios volúmenes y con cinturas que se elevan casi hasta crear un corte imperio.
Comenzó su desfile rompiendo con las normas clásicas del diseño nupcial al presentar un vestido de pedrería en blanco y negro, que llevaba la top model española Madeleine Hjört visor. Sin embargo, lo que precedió a esta impactante apertura fue una colección de corte clásico muy elegante, en el que predominan los vestidos con cuello chimenea, alter o en ‘V’. Destacan el uso de flores en relieve y la proliferación de pequeños volantes para dar volumen a cada modelo. Y, para mayor precisión, José Luis Novias matiza dos líneas: Windsor, con formas arquitectónicas y colores naturales; y Romance country, con diseños de mucho vuelo y largas colas. Además, incorpora tonos pasteles, sobre todo, en fajines.
Continúa.
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