Ayer, Madrid se enamoró de este guapo deportista argentino de rostro anguloso y físico imponente. Lo que trajo a este hombre de 28 años –nació el 25 de mayo de 1977- a la capital de España fue la promoción del perfume de Ralph Lauren Polo Black, del que es imagen. Y es que Nacho Figueras, que vive, en Argentina, junto a su mujer, Delfina, y sus dos hijos, Hilario y Aurora, lleva varios años compaginando sus éxitos como jugador de polo con su faceta como uno de los rostros de esta casa norteamericana, para la que también ha posado anunciando la colección de ropa Black Label. Y, aunque él no se considera modelo –“Yo no soy modelo, no me siento modelo. No hago pasarela”, comenta-, lo cierto es que se le incluye entre los mejores del momento. En rueda de prensa, habló de su vida y de su profesión, lo que desveló su fuerte, segura e increíble personalidad.

-¿Cómo empezó su carrera como jugador de polo?
-De pequeño quería ser futbolista o tenista; sin embargo, dado que vivía en el campo me fue más fácil tener contacto con gente que tenía y cuidaba caballos. A los seis años empecé a montar a caballo y, poco a poco, me fue atrapando este mundo.
-¿Cómo llegó entonces a convertirse en modelo?
-Me descubrió el fotógrafo Bruce Weber y fue él mismo quien me presentó a Ralph Lauren. Cuando éste lanzó el perfume Glamourous con Penélope Cruz necesitaba un hombre para la campaña y Bruce pensó que estaría bien aportar otra dimensión a la campaña al utilizar una persona que no fuera modelo. Penélope es una actriz y pensaron que se complementaría bien con un atleta.
-¿Cómo fue trabajar con Penélope Cruz?
-Trabajé muy bien con ella, es una gran profesional y hubo un perfecto entendimiento.
-Siendo uno de los rostros más bellos del planeta y estando casado desde hace cinco meses, ¿siente celos su mujer?
-La verdad es que lo lleva bastante bien, ya que no le doy motivos para preocuparse. Por ahora, estoy muy seguro de mis sentimientos y no tengo ninguna necesidad de fijarme en nadie más.

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De la competición a la moda
El salto del deporte a la moda que ha experimentado Nacho Figueras –pertenece a la agencia de modelos Ford, una de las más famosas- no es un caso aislado. Es larga la lista de deportistas que se han dejado seducir por distintas marcas para promocionar sus productos. Un ejemplo de ello lo encontramos en el regatista de vela Parker Shinn que, tras varios trabajos como modelo, se ha convertido en la imagen de una línea de ropa interior de Calvin Klein, entrando en la élite de los tops masculinos.
Por otro lado, todo el mundo recuerda al vicecampeón del mundo de aikido Samuel Dekeber que dejó el tatami para triunfar como modelo, y lo hizo de la mano de Tom Ford, que le retrató desnudo en un polémico anuncio; y mención especial requiere la nadadora Estella Warren, que ‘salió’ de la piscina para convetirse en cotizada maniquí y uno de los rostros más representativos de la casa Chanel. Por último, no hay que olvidar a Brad Kroenig, al que, antes de su fama como modelo, le predecían sus victorias como futbolista en Estados Unidos.

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