Con la energía y la vitalidad que le caracterizan pero también más delgada y con un poso de tristeza, así ha comparecido este martes ante los medios de comunicación Agatha Ruiz de la Prada, para presentar su colección de ropa de hogar. Era la primera vez que hablaba de su separación de Pedro J. Ramírez tras treinta años de relación, y lo hecho con serenidad y sinceridad. "Ahí voy", ha asegurado al preguntarle cómo se encontraba.
A pesar de esta ruptura sentimental con el periodista y director de El Español, la diseñadora mantiene la ilusión y las ganas de seguir. "Siempre he tenido claro que quería que mis diseños llegasen e hicieran feliz a cuanta más gente posible, que estuvieran en todas las casas", ha dicho. Ahora, de la mano del grupo Texnorte y de la compañía Li&Fung, relanza una nueva colección que también incluye toallas, fundas nórdicas y cojines. Una vorágine creativa y de presentaciones que le ha permitido evadirse de su situación personal. “En la época de mi madre, que no trabajaba, estas cosas eran durísimas, porque el disgusto duraba treinta años. Pero el trabajo me está ayudando muchísimo”.
Recién llegada de Colombia, donde acaba de inaugurar una tienda, reconoce que hubiera preferido que Pedro J. Ramírez no hubiera presentado a su actual pareja, Cruz Sánchez de Lara, tan pronto. “Sí, lo habría preferido, pero, en fin”, asegura. La diseñadora está convencida de que su divorcio será amistoso, otra cosa muy distinta es que pueda mantener una relación de amistad con su ex, “eso seguro que no”, dijo tajante.
Hace justo una semana, Pedro J. Ramírez posó por primera vez ante los medios de comunicación con su actual novia, la abogada Cruz Sánchez de Lara, que forma parte de Consejo de Administración de “El Español” y es activista pro Derechos Humanos. La noticia de que el periodista y la diseñadora habían puesto fin a su relación de treinta años salió a la luz a principios de este mes de noviembre -la adelantó el diario El economista y la pudo confirmar HOLA.com de fuentes cercanas a la pareja-.