Si hay un hecho fuera de toda duda es que la nutrición de nuestras mascotas ha cambiado mucho a lo largo de los últimos años. “Ha evolucionado desde un punto de vista práctico, pero fundamentalmente como una nutrición más completa y equilibrada, ya que las empresas comprometidas con la alimentación de los perros y los gatos han ido elaborando alimentos cada vez más apropiados según sus necesidades”, nos comienza explicando Alicia Fernández Vitali, Asistente Técnica Veterinaria (ATV) Responsable de Nutrición en AniCura Abros Hospital Veterinario, quien nos cuenta que cada vez se les ofrece menos comida casera gracias a la concienciación que han hecho las marcas de alimento industrial y los veterinarios implicados seriamente en el tema.
“En los últimos años hemos vivido una importante evolución en lo que a la alimentación de las mascotas se refiere, avanzando hacia fórmulas más naturales, equilibradas y completas nutricionalmente hablando. Esta tendencia responde a la cada vez más habitual concepción de las mascotas como un miembro más de la familia, a quienes queremos ofrecer los mejores cuidados y atenciones. Algunos de los cambios más significativos en este sentido son la sustitución por alimentos crudos, como la dieta BARF; la integración de proteínas vegetales en la dieta animal o la llamada ‘premiumización’, que consiste en ofrecer a nuestras mascotas los productos más selectos”, nos cuenta por su parte Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de KIVET, la red de centros veterinarios de KIWOKO.
Lee también: Alimentación alternativa para perros: de moda pero perjudicial
La dieta, una cuestión de salud
“Ahora bien, el mercado de los alimentos para mascotas está lleno de ofertas, por lo que la elección puede ser muy compleja debido a la variedad que existe en cuanto a calidad y precio, es ahí donde el asesor nutricional juega un papel importantísimo”, nos explica. Algo que no debemos dejar caer en saco roto si tenemos una mascota pues, en su opinión, hoy en día está claramente comprobado que la alimentación desempeña un papel fundamental en la prevención y manejo de enfermedades, por eso mismo los cuidadores también se implican más al momento de elegir la comida para sus animales de compañía.
Alternativas más saludables
En la actualidad, tenemos más alternativas (y más saludables) a nuestro alcance ahora que hace unos años. “Es una gran tranquilidad saber que existen fábricas de alimentos para mascotas que se preocupan por su bienestar, logrando incluso prolongar su esperanza de vida gracias a la calidad del producto que ofrecen y haciendo la vida del cuidador más sencilla. Para esto ofrecen tanto alimentos fisiológicos como dietas apropiadas para cada patología”, cuenta la experta de AniCura. En su opinión, estas empresas comprometidas seriamente con la alimentación animal se preocupan por utilizar proteínas de calidad y por la biodisponibilidad de los ingredientes en general. Esto hará que un alimento sea más o menos digestible y que el organismo lo aproveche mejor.
“La empresa fabricante tiene la responsabilidad de asegurar que el alimento aporta la energía y todos los nutrientes necesarios en las cantidades y proporciones correctas para definirse como completo. Un alimento industrial no significa que no sea natural, ya que, si usa materia prima de origen natural con antioxidantes naturales y la cocción y extrusión del mismo se hacen dentro de los parámetros recomendados, el resultado será excelente”, nos dice.
“Actualmente la oferta existente en el mercado abarca las distintas necesidades que pueda tener la mascota en función de sus características individuales. Así, en el caso de los perros y los gatos, por ejemplo, contamos con fórmulas adaptadas a la edad, pero también con dietas especiales para animales con alguna dolencia, como el estrés urinario, o para aquellos esterilizados, que presentan cierta tendencia a la obesidad. Poder adecuar la dieta con este tipo de productos se traduce en una mejora de la salud”, considera Ana Ramírez, que apunta que no va a necesitar las mismas proporciones ni cantidades de cada nutriente un perro que un gato o, dentro de la misma especie, animales de distinta edad, tamaño o que sean más o menos activos. También es fundamental tener en cuenta otras circunstancias como, por ejemplo, la esterilización o si el animal en cuestión tiene alguna enfermedad en la que influya la dieta.
Lee también: ¿Hay alternativas saludables al pienso? Sí, son estas
Sí, nuestras mascotas comen mejor
Nos planteamos la duda de si nuestras mascotas comen mejor en la actualidad. “Nuestras mascotas comen mejor siempre y cuando contemos con el asesoramiento adecuado. Muchas veces pensamos que le estamos ofreciendo un alimento premium y que con eso es suficiente, pero cada mascota tiene necesidades diferentes y para eso hay que saber cuál es el alimento que le corresponde”, cuenta Alicia Fernández.
Y nos habla de que existen hoy en día corporaciones que velan y trabajan juntas para garantizar la calidad de los alimentos industriales como la FEDIAF (Federación Europea de Industrias de Alimentos para Animales de Compañía) y la ANFAAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía). Gracias a ellas los alimentos que podemos encontrar para nuestros pequeños animales han mejorado muchísimo.
Claves de una alimentación saludable
Para la experta de KIVET, una alimentación saludable pasa por ser aquella que responda a los criterios nutricionales de la especie, es decir, que contenga las proporciones justas y adecuadas de los macronutrientes esenciales: hidratos de carbono, proteínas y grasas. Estas cantidades variarán según la raza, el tamaño o la edad, entre otros aspectos, por lo que es aconsejable contar con el criterio de los expertos veterinarios, que son quienes mejor conocen estas necesidades.
“La clave de una alimentación saludable para nuestras mascotas está en proporcionarles nutrientes de calidad, ya que podemos estar alimentándolas, pero no nutriéndolas. En este punto veo necesario aclarar la diferencia entre ‘ingredientes’ y ‘nutrientes’. Los nutrientes esenciales son seis: agua, proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas. Cada uno de ellos es importante e imprescindible para que el alimento cumpla su misión y “nutra” a nuestros animales correctamente. Los ingredientes, por otro lado, son los encargados de transportar dichos nutrientes”, añade Fernández Vitali.
“La calidad del alimento es lo que nos garantiza una buena nutrición, que se verá reflejada, a corto y a largo plazo, en la salud de nuestras mascotas. Esto no implica que no podamos ofrecer a nuestros amigos comida de casa, digamos… un mimo, siempre y cuando se respete la proporción adecuada; el perro o gato debe alimentarse consumiendo un 90% de sus kcal diarias de un alimento industrial fiable; el otro 10% de las kcal puede ofrecerse en comida humana asegurándonos que sea apropiada para ellos. Ya sabemos que hay alimentos nuestros que a los perros y gatos les pueden resultar tóxicos”, nos explica.
Lee también: ¿Es perjudicial para mi perro que coma huesos?
Elegir bien su comida
Hay que tener en cuenta la edad, el tamaño, el nivel de actividad... entre otros aspectos para la alimentación de nuestra mascota, así como su estado fisiológico e incluso el clima en el que habitan. “Deberán adecuarse el tipo de alimento y las raciones para mantener a la mascota con buena salud y en su peso ideal. Esto cuenta tanto para los animales sanos como para los enfermos que tengan que tomar una dieta específica para su patología”, apunta la experta de AniCura.
Tendencias en alimentación
Tal y como nos explica la directora técnica veterinaria de KIVET, algunas de las alternativas con más peso hoy en día, en el caso de los perros y gatos, son el cross feeding, una estrategia de alimentación mixta en la que se combina pienso seco y comida húmeda; la dieta BARF, basada en alimento crudo no cocinado para ofrecer una alimentación lo más similar posible a cuando eran animales silvestres; o el feed clean, que busca ofrecer una dieta natural, sostenible y esencial que satisfaga sus instintos.
Lee también:Perros y gatos con sobrepeso: síntomas y consejos prácticos
Pros y contra de las diferentes alternativas
Hay muchos formatos de comida para alimentar a nuestras mascotas (comida casera, piensos secos, comida en lata, comida deshidratada, entre otro). “La realidad es que no se trata tanto del formato como de que la opción elegida contenga los nutrientes necesarios en las proporciones adecuadas a cada caso. La elección, por tanto, no debe estar fundamentada en la forma, sino en que sea lo más beneficiosa posible en estos términos para nuestra mascota, que pueda preservar su salud y bienestar, y le otorgue el aporte calórico suficiente para su día a día. Más allá de eso, es posible que un formato u otro sea más adecuado para una mascota en concreto, pero eso es algo que debe ser valorado individualmente”, cuenta Ana Ramírez.
Para Alicia Fernández, los pros y los contras de cada tipo de alimentación son innumerables porque lo que le va bien a una mascota puede no irle bien a otra, aunque estemos hablando de alimentos de alta gama.
- Por lo general sabemos que la comida casera es difícil elaborarla de forma completa y equilibrada, otra desventaja es que ensucia más los dientes porque suelen quedar restos de comida en la boca. Hemos humanizado tanto a nuestras mascotas que ofreciéndoles nuestra comida sin control logramos que la obesidad se convierta en una de las patologías más frecuentes y preocupantes de este siglo.
- Las latas, como la comida húmeda en general, también pueden producir más placa dental, pero si son premium serán completas, equilibradas y muy digestibles, más palatables que el alimento seco, e hidratan de forma pasiva, algo que ayuda mucho en algunas enfermedades o en animales que beben poco, como pasa a veces con los gatos… La comida enlatada también es más saciante, así que este tipo de alimentación puede ayudar a tratar y prevenir la obesidad.
- Los piensos secos ayudan a controlar el sarro, ya que generan menos placa dental y suelen tener componentes como las sales de polifosfatos, que ayudan para que esa placa no se fije al diente y se transforme en sarro provocando a la vez gingivitis. Esto es muy importante, ya que mantener los dientes limpios es parte de la medicina preventiva del animal.
- Muchos cuidadores alimentan a sus mascotas de forma mixta, es decir, ofreciéndoles comida seca y húmeda a la vez otorgándoles así las ventajas de ambas.
- Existen alimentos deshidratados e incluso evaporados, sin agregado de agua y concentrando así los nutrientes; algunos de estos productos son muy buenos y otros no tanto, pero esto mismo puede pasar con los piensos secos y con las latas. En este campo entraríamos en el gran mundo del etiquetado, de la información que llega al consumidor a través de la publicidad y de la fiabilidad de la empresa que los producen.
“Por todo esto insisto en lo fundamental, que es contar con el asesoramiento adecuado de los profesionales veterinarios. ¡No se puede elegir al azar algo tan importante como es el alimento de nuestros queridos amigos!”, nos sugiere.
Dieta BARF, ¿sí o no?
Estamos ante una de las tendencias en alimentación de las que más se habla, pero tiene bastantes matices. La dieta BARF (Biologically Appropiate Raw Food) o en castellano ACBA (Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados) se basa en administrar a los animales alimento crudo de todo tipo: huesos, carne, vísceras, órganos, huevos, leche, entre un 60 y 80% y también frutas, legumbres y vegetales entre un 20 y un 40% de su composición.
Hay opiniones encontradas sobre ella. “No es una opción saludable para nuestras mascotas porque es un tipo de dieta que puede contener altos niveles de bacterias como la Salmonella spp. o la Escherichia Coli, entre las más conocidas, y parásitos como el Toxoplasma Gondii. Los profesionales veterinarios de la Universidad de Utrecht en Holanda y los de la Universidad de Uppsala en Suecia han estudiado exhaustivamente este tipo de alimentación concluyendo que existe un riesgo asociado entre los patógenos zoonóticos bacterianos y parasitarios que suele contener la dieta BARF y su transmisión tanto a otros animales como a los seres humanos. De esta manera el animal se convierte en un foco de contagio al excretar las bacterias en las heces y depositarlas en el medio ambiente en el que vive. Los más susceptibles de contaminarse son los niños, los ancianos y las personas inmunodeprimidas. Hay que aclarar que la congelación no mata todas las bacterias que pueda haber en los alimentos crudos”, considera la experta de AniCura.
Mientras, para Ana Ramírez, siempre y cuando esa dieta incluya las proporciones de nutrientes necesarios adecuadas para el caso en concreto (hidratos de carbono, proteínas, grasas, etc.), puede ser una opción tan válida como cualquier otra. “No obstante, antes de decantarnos por una u otra, debemos consultar con nuestro veterinario de confianza, para que pueda aconsejarnos según la situación concreta de nuestra mascota”, nos dice.